_
_
_
_

La Audiencia condena a 17 años y nueve meses al asesino de Ofelia Hernández

La Audiencia de Vizcaya ha condenado a 17 años y nueve meses de cárcel a Felipe Ardanza, ex compañero de Ofelia Hernández, a la que maltrató y asesinó en Durango en enero de 2005. La sentencia también le prohíbe acercarse a menos de 500 metros o mantener cualquier contacto durante 20 años con los dos hijos de la mujer, quienes estaban presentes cuando cometió el crimen. La víctima falleció un día después de que Ardanza le asestase la cuchillada mortal.

En su fallo, la Audiencia hace suya la petición de la defensa al imponer a Ardanza la pena mínima por el delito de asesinato con el agravante de parentesco y atenuante de reparación de daño (15 años) y, tal y como también solicitó su letrado, aprueba una pena de nueve meses por quebrantamiento de la orden de alejamiento que pesaba sobre él con reincidencia. Además, le impone otros dos años por maltrato habitual, delito para el que la defensa pedía 21 meses.

El jurado decidió el pasado día 10 considerar al procesado culpable de todos los delitos que le imputaban la fiscalía y las acusaciones particulares: asesinato con el agravante de parentesco, maltrato habitual y quebrantamiento de condena con el agravante de reincidencia.

La fiscalía había solicitado una pena por el delito de asesinato de 17 años y seis meses de cárcel, mientras la asociación Clara Campoamor y el Ayuntamiento de Durango, las dos acusaciones particulares, pidieron el máximo de 20 años. Clara Campoamor ha anunciado que recurrirá el fallo y el consistorio ha indicado que estudiará la resolución para decidir si la impugna.

Hechos probados

En la relación de hechos probados, la magistrada presidente del tribunal, María José Martínez, establece que Ardanza, tras haber discutido con su compañera en una fiesta, se personó en el domicilio de Durango donde la mujer, de origen guatemalteco, residía con sus dos hijos: una niña de 4 años hija de ambos y un niño de 11, fruto de una relación anterior de la víctima.

En el interior de la vivienda, que el condenado compartía con Hernández y los niños pese a tener dictado una orden de alejamiento, Ardanza cogió dos cuchillos, uno "de grandes dimensiones" y otro más pequeño, de 14 centímetros de hoja. Se acercó entonces a la mujer "con la idea de acabar con su vida, de forma súbita e inesperada y, conociendo que ésta no tenía posibilidad alguna de defenderse o reaccionar, le clavó el cuchillo más pequeño en el abdomen", reza la sentencia.

La mujer huyó y se refugió en una pizzería cercana. Poco después, fue trasladada al Hospital de Galdakao, donde falleció a causa de sus heridas. La magistrada precisa que el condenado, que fue detenido ese mismo día, sufría un trastorno límite de la personalidad y abusaba del alcohol.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_