¿Qué opina del ataque de la ministra de Sanidad a la publicidad de las macrohamburguesas?

Estoy totalmente de acuerdo en que el anuncio de Burguer es ofensivo y ridículo. Por muy demócratas que seamos, no todo vale. Además, los niños y jóvenes son personas fácilmente influenciables, y hay que cuidar de ellos, empezando por la alimentación. Una macro-hamburguesa es macro-comida-basura. Sabu.

La ministra hace su trabajo. Lo grave es la reacción de la empresa, que tenía que haber sorteado ese ataque de una manera más inteligente. Ahora la única respuesta posible por parte de la ministra es la que esperamos todos los profesionales y trabajadores del área sanitaria: impuestos especiales a los alimentos perniciosos, o por lo menos, IVA de lujo. Así los sacrosantos deseos de los clientes de esa cadena se respetarán, pero también ayudarán a financiar los tratamientos de las enfermedades que provoca. A. Molina.

Es una nueva intromisión en las libertades. De un tiempo a esta parte, sólo importa lo políticamente correcto: no fumar, no beber, no correr con el coche y ahora no comer grasas. La sanidad y sus costes no son más que una excusa para recortar cada día más la libertad. Si hay muchos infartos, también los impuestos contribuyen al estrés de las personas. ¿Enfermedades de pulmón a mansalva? Vivimos en ciudades infestadas y saturadas de humo, y no precisamente el de los cigarrillos. ¿Sequía? Hacemos propaganda para que la gente se afeite sin dejar correr el grifo, pero seguimos permitiendo el consumo de agua irresponsable de la industria (que representa más del 90%). No se puede regir la vida a base de prohibiciones. Vidarius.

No hace falta que se prohíba el anuncio, sólo que se rectifique, poniendo, por ejemplo, unos subtítulos con información sobre las calorías y el colesterol contenido en esas hamburguesas y sus posibles efectos nocivos. Vito Brando.