Burocracia
Gracias, gracias por las felicitaciones. Después de dos meses de "eso aquí no es", "le falta el impreso azul", "¿pero no sabe que hay que pagar el impuesto amarillo?", "es que usted no se entera", "ése no es mi problema", "haber venido antes", "yo no le dije eso", "vaya a la ventanilla cuatro", "sin número no le atiendo", "son las dos y un minuto y estamos cerrados" y demás perlas de funcionario apoltronado hemos conseguido matricular la furgoneta que con gran ilusión y esfuerzo nos trajimos este verano de Alemania. El trámite allí duró, exactamente y en total, dos horas de reloj. Ni la Unión Europea ni casi 200 años de "progreso" han conseguido acabar con el "vuelva usted mañana" aquél de Larra. ¡País!, como diría Forges...
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.