Dreyer siembra el conflicto en el cineclub
Álvaro del Amo revisita en su última película el ambiente cinéfilo de los años sesenta
Y por qué dedicarle un ciclo a un director danés -y difícil- como Dreyer? "Le aprecio mucho pero no tengo una fijación especial por él, simplemente se ajustaba a la historia y a su cadencia narrativa, tenía que ser él, no Bergman o John Ford", explica Álvaro del Amo, director de El ciclo Dreyer.
Además, Dreyer reunía un par de requisitos más: es un icono de la cinefilia de antaño y sus filmes plantean conflictos amorosos, sexuales y religiosos. Los mismos que encontraremos durante los 96 minutos de la película. Carlos (Pablo Rivero) y Elena (Elena Ballesteros) son novios, él un apasionado del cine -aunque entre John Wayne y su chica, siempre se quedaría con su chica-, y ella, de la antropología. Son felices, aunque sin alardes. La armonía la rompe Santi (Fernando Andina), un sacerdote que complicará la relación de la pareja y facilitará -hasta cierto punto- la de Julia (Ruth Díaz), la proyeccionista del cineclub, con Carlos -entre otras-.
No es El ciclo Dreyer un fresco de la España o del Madrid, donde se desarrolla la acción del filme, de los años sesenta, sino una pequeña cámara oculta en los cineclubes de esos años. "Es la época que yo viví, y creo que se ha tratado poco en el cine, yo mismo llevaba un cineclub". Y aclaró: "No lo he hecho por nostalgia, fue una época sórdida y siniestra que tampoco la merece", aseguró Del Amo durante la presentación de la película en Madrid. A los protagonistas, jóvenes y televisivos, no les sonaba mucho Dreyer -Rivero tenía una película grabada en VHS-, y el ambiente cinéfilo de la época simplemente no les tocó vivirlo. El contexto histórico hay que buscarlo en sus ropas, sus diálogos, sus movimientos. "La época se ve en nuestros comportamientos, en nuestros movimientos recatados, tuvimos que ensayar, ensayar, ensayar el texto y lo físico, aunque los sesenta también está en la incomunicación y sus relaciones", explica Pablo Rivero, que señaló que su personaje en la serie Cuéntame cómo paso le ha ayudado pero con matices: "Toni Alcántara tenía 10 años en ese momento, así que tampoco he jugado con ventaja, aunque es verdad que los textos de este tipo los tengo muy trabajados". Y recomienda ver a Dreyer antes que su ciclo: "Creo que haber visto las películas de Dreyer es importante, hacen que saborees más la película, que comprendas mejor su código", señala Rivero.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.