El Papa no está para bromas
ENRIC GONZÁLEZ | Roma
A Benedicto XVI no le gusta ser objeto de sátira. O no les gusta a sus colaboradores, empezando por su secretario, padre Georg Genswein, y siguiendo por los obispos italianos. El diario de la Conferencia Episcopal, Avvenire, publicó el sábado un editorial en el que llamaba "cobardes" a los humoristas que "ridiculizaban a las personalidades católicas".