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Decretada la apertura de juicio por plagio contra Porcelanas Bidasoa

La juez considera que sólo se copió una de las vajillas de Nagel

El Juzgado de Instrucción 2 de Irún ha decretado, en un auto ya recurrido, la apertura del juicio oral contra el director comercial de Porcelanas Bidasoa, Juan Carlos Cullá, y el antiguo propietario de la empresa, José Ignacio Fernández, por plagiar presuntamente una única vajilla de Andrés Nagel -hay tres en litigio-. Sin embargo, la Audiencia de Guipúzcoa ha resuelto devolver a la firma los materiales incautados, considerados por el artista "pruebas de cargo". Por eso ha pedido amparo al Constitucional.

Andrés Nagel compareció ayer en San Sebastián junto a su abogado, Eliseo Martínez, y el director de la Fundación Arte y Derecho, Javier Gutiérrez, para explicar la situación de "indefensión" en la que se encuentra en el procedimiento judicial que le enfrenta a Porcelanas Bidasoa por el supuesto plagio y comercialización por parte de la firma de tres diseños suyos de vajillas. "Están pasando cosas muy extrañas", denunció. Y para justificar su afirmación, hizo un repaso del litigio, empezando por las últimas novedades procesales.

La más relevante data del pasado 4 de septiembre. El Juzgado de Instrucción número 2 de Irún dictó ese día un auto de apertura de juicio oral contra Cullá y Fernández, anterior dueño de la empresa, por el presunto plagio de una única vajilla, denominada Arzak (el Código Penal fija penas de entre uno y tres años de cárcel por este delito). La juez, basándose en "el informe de un ingeniero industrial que no sabe nada de diseño", según Nagel, entiende que no concurre delito en el caso de las otras dos vajillas en litigio, Dune y Gourmet. "Además, quedan incomprensiblemente libres de cargo los actuales propietarios de la empresa y el administrador", criticó el artista, que ha recurrido el auto, al igual que el Grupo Bidasoa.

Paradójicamente, mientras el juzgado decretaba la apertura del juicio oral, la Audiencia resolvía la devolución a la firma de todo el material documental incautado. Se trata de "pruebas de cargo fundamentales para el desarrollo de la instrucción", según explicó Eliseo Martínez: la documentación contable contenida en los discos duros de los ordenadores, donde figuran las cifras y fechas de producción y venta de las piezas supuestamente copiadas. Éstas siguen comercializándose "gracias" también a la Audiencia, que levantó la prohibición decretada por el juzgado. Así las cosas, Nagel presentó en octubre un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, que antes de decidir sobre el fondo de la cuestión resolverá si suspende o no cautelarmente la devolución del material incautado.

Mientras tanto, el Juzgado de Instrucción 4 de Irún ha iniciado un segundo procedimiento contra Porcelanas Bidasoa por facilitar presuntamente documentación falsa en las investigaciones por el supuesto plagio.

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