Tres detenidos en Huelva por explotar a inmigrantes irregulares

El Cuerpo Nacional de Policía, en coordinación con la Guardia Civil, ha desarticulado una red de explotación de trabajadores extranjeros en situación irregular y han detenido a tres individuos, según informó ayer la Delegación del Gobierno en Huelva.

La operación se desencadenó cuando agentes de la Guardia Civil de Tráfico interceptaron una furgoneta conducida por un ciudadano rumano que transportaba a 18 trabajadores inmigrantes en condiciones de hacinamiento. Los guardias dieron entonces aviso a la Unidad de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía.

Los apresados se dedicaban, presuntamente, a explotar en una finca de cítricos de la provincia de Huelva a trabajadores inmigrantes en situación irregular en España. Los detenidos son F. B. M., de 44 años, español y dueño de la finca; el ciudadano búlgaro S. K. O., de 37, que dirigía el grupo de trabajadores; y el rumano L. P., de 31 años, que en el momento de su detención conducía el citado vehículo.

Los tres detenidos en la operación formaban presuntamente parte de una trama dedicada a la explotación de la mano de obra totalmente ilegal y abusiva de trabajadores extranjeros en situación irregular en España. A cambio de 20 euros al día y sin ninguna garantía laboral ni social, les hacían abonar los gastos de transporte y las herramientas para la recogida de la naranja, en este caso.

Los tres individuos detenidos han pasado a disposición de la autoridad judicial, mientras que el Grupo Operativo de Extranjeros efectúa los trámites oportunos para la repatriación de los inmigrantes.

"El peso de la ley"

La organización de apoyo a inmigrantes Huelva Acoge destacó ayer en relación a este hecho que las "tramas de este tipo no son habituales en Huelva", afirmó el responsable de la sección de Trabajadores Temporeros de la organización, Javier Pérez.

No obstante, pidió que, de ser culpables, "caiga sobre los detenidos todo el peso de la ley. No se puede abusar de semejante manera del sueño de unos trabajadores que vienen aquí a ganarse la vida", señaló Javier Pérez.

La industria agrícola de Huelva ha convertido en los últimos años a la provincia en un polo de atracción de trabajadores, en su mayoría inmigrantes, gracias a que la mano de obra local ha preferido abandonar el campo en favor de la hostelería o la construcción.

Huelva se caracteriza, sin embargo, por la ordenación de la inmigración gracias a los contratos en origen. Hasta los campos viajan cada año miles de trabajadores con contratos cerrados. La temporada pasada lo hicieron así más de 30.000 trabajadores, procedentes en su mayoría de los países de Europa del este o el norte de África.