La Universidad de Barcelona forma sobre cómo diseñar y gestionar proyectos pagados por la UE

La Unión Europea cada vez es más exigente con los proyectos que ayuda a financiar con sus distintos fondos de ayudas, a los que destina anualmente 120.000 millones de euros. Conseguir parte de esa financiación no es fácil. El Colegio de Doctores y Licenciados en Ciencias Políticas y Sociología de Cataluña y el Instituto de Formación Continua (IL3) de la Universidad de Barcelona imparten un curso de Gestión de Proyectos Europeos, que ya ha formado a 150 personas. Para Vanesa Maxé, responsable de Formación, "es imprescindible contar con profesionales especializados en la materia".

El curso de la Universidad de Barcelona, que combina sesiones teóricas y prácticas, está dirigido a politólogos y sociólogos que quieran enfocar su desarrollo profesional en esta línea, así como a organizaciones no gubernamentales (ONG), cámaras de Comercio, empresas y ayuntamientos. "El objetivo es que los alumnos conozcan los conceptos básicos de las instituciones europeas y sus formas de financiamiento", apunta la responsable de Formación, "y que aprendan a potenciar habilidades competenciales para la adecuada planificación y gestión de los proyectos europeos".

Bruselas pide que los proyectos presentados demuestren una carencia real, que tengan un diseño profesional y la garantía de que su ejecución se desarrolle de forma competitiva.

Hoy, cualquier entidad pública o privada puede presentar su proyecto a dos tipos de ayudas. En primer lugar, el Fondo de Cohesión, destinado básicamente a proyectos de medio ambiente y de infraestructuras, y los denominados fondos estructurales, que entre otras metas tienen la de "disminuir las diferencias de renta en todo el territorio de la UE y la de hacer emerger sus potencialidades", explica Xavier Tiana, profesor del curso y responsable de la dirección de Relaciones Internacionales de la Diputación de Barcelona. Estas partidas son el grueso del pastel.

Los 25 Estados miembros de la Unión supervisan todo el proceso de adjudicación. En el caso de España, por ejemplo, los candidatos tienen que presentar sus proyectos a su respectiva Administración autonómica o, en caso de abarcar todo el territorio, al ministerio que le competa.

En segundo lugar, existen los fondos ligados a los llamados Programas Transnacionales, que se gestionan directamente desde Bruselas. Para recibir alguna subvención, el proyecto presentado tiene que contar con la participación de varios países miembros y debe destacar, sobre todo, por su carácter innovador. En opinión de Tiana, "acceder a una parte de estos fondos es mucho más complicado". Y no sólo porque su redacción debe ser en inglés, sino por "la enorme competencia y complejidad existente". Por ello, el curso de Gestión de Proyectos Europeos hace especial hincapié en el diseño y desarrollo de planes transnacionales.

El ejemplo de Yolanda

Yolanda Daudén, técnica del Servicio de Relaciones Europeas del Ayuntamiento de Vilafranca del Penedès (Alt Penedès), es una de sus alumnas destacadas. Después de diplomarse en Gestión y Administración Pública y licenciarse en Ciencias Políticas, decidió focalizar su carrera profesional en la planificación y gestión de proyectos europeos. Ahora forma parte del equipo que trabaja en el plan Vintur, que "elabora y pone en práctica diversas estrategias e instrumentos para desarrollar un concepto de enoturismo común en las ciudades y regiones del vino en Europa".

Para ello, el Ayuntamiento de Vilafranca del Penedès, junto con otros cuatro socios europeos, recibió en 2004 más de 1,3 millones de euros. Este año concluye el proyecto y ya se ha editado una guía de los distintos espacios turísticos dedicados al vino en Europa. Para Daudén, uno de los éxitos de este tipo de proyectos es que involucran diferentes regiones europeas y que ayudan a generar una Europa más integrada.

En el periodo 2007-2013, la UE quiere que los proyectos presentados promuevan la investigación y el desarrollo, la competitividad y el alto valor tecnológico. A pesar de valorar los fondos recibidos, Tiana lamenta que el presupuesto destinado a estos proyectos tan sólo represente el 1,04% del producto nacional bruto de la UE.