Una experta en gripe aviar
Cuando en 1997 se produjeron en Hong Kong los primeros casos conocidos del mundo de gripe aviar en humanos, a Margaret Chan -hoy de 59 años- no le tembló el pulso y ordenó el sacrificio de un millón y medio de aves.
La máxima responsable sanitaria del territorio, en el que murieron seis personas por la enfermedad, se ganó el reconocimiento de la comunidad científica internacional, incluida la organización que ahora va a dirigir. Sin su decisión, mucha más gente podría haber fallecido en esta región del sur de China, donde la alta densidad de población y la costumbre de mantener los pollos vivos en los mercados era un caldo de cultivo perfecto para el virus.
Chan, sin embargo, fue criticada en 2003 por su gestión de la epidemia de la neumonía asiática (SARS, síndrome respiratorio agudo y grave, en sus siglas en inglés).
La diminuta doctora, graduada en la Universidad Western Ontario (Canadá), fue nombrada responsable sanitaria de Hong Kong en 1994, entonces aún bajo gobierno colonial británico. Ocupó el puesto hasta 2003, cuando se incorporó a la OMS. Tras pasar por diferentes departamentos, fue elegida subdirectora del organismo internacional, con responsabilidad sobre las enfermedades contagiosas. En julio pasado, dejó temporalmente el cargo para preparar la candidatura a la dirección de la OMS.
Dentro de su campaña, abogó por la salud en los países en vías de desarrollo. Su designación ha coincidido justo días después de que China celebrara una multitudinaria cumbre con 48 países africanos en Pekín.
Chan tendrá, ahora, que timonear un barco para el que se requiere una delicada mezcla de conocimientos médicos, capacidad de gestión y habilidad política.
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