El PNV pide sin éxito a Irún y Hondarribia que den mayor cobertura pública al Alarde mixto
Los alcaldes afirman que potenciar este desfile sería perjudicial para la convivencia local
El presidente del PNV en Guipúzcoa, Joseba Egibar, pidió ayer sin éxito a los alcaldes de Irún y Hondarrria, que den mayor "cobertura" al alarde mixto en sus localidades y les acusó de haber "desaparecido de la primera línea" tras realizar "una medición del termómetro popular". "No sabría calibrar si no provocaría un problema de convivencia mayor", le contestó su compañero de partido y alcalde de Hondarribia, Borja Jáuregui. El de Irún, José Antonio Santano PSE), fue más allá: "Intentar potenciar una forma de entender el alarde frente a la otra me parecería un error".
Los alcaldes comparecieron durante más de tres horas ante la Comisión de Mujer y Juventud del Parlamento vasco, a petición de EHAK para explicar su postura sobre el conflicto social que viven sus localidades desde hace once años, cuando un grupo de mujeres comenzó a reclamar su derecho a participar como soldados en el Alarde.
Jáuregui no había preparado un discurso ad hoc. Cuando se sentó ante los parlamentarios se limitó a leer a una velocidad de vértigo el informe, de base fundamentalmente jurídica, que le remitió en agosto al Ararteko para rebatir una queja de esta institución. Aralar lo entendió como una "falta de respeto" y así lo expresó su portavoz, Aintzane Ezenarro.
El alcalde de Hondarribia sólo se centró en el objeto de la comparecencia en el turno de las preguntas y fue para transmitir cuatro ideas. La primera, que el conflicto está enquistado en Hondarribia, donde cada año (también este 8 de septiembre) se evidencia, como mínimo a través de insultos, el enfrentamiento entre los partidarios del Alarde tradicional y mayoritario -donde la mujer sólo participa como cantinera- y la compañía mixta Jaizkibel -donde también marcha como soldado-.
La segunda, que no existe discriminación y que así lo avala el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), porque las dos sensibilidades pueden participar en la fiesta, si así lo quieren, pidiendo permiso para desfilar. La tercera, que ni las sentencias, ni la Ley de Igualdad, ni los decretos acabarán con este "problema de convivencia". "Sólo puede cambiarse si ese proceso de cambio se interioriza por los propios actores", dijo. Y la cuarta, que él poco o nada puede hacer. "Una cosa es lo que opine el alcalde y otra los ciudadanos. No soy dueño de sus conciencias. Yo me he preocupado de cumplir con la legalidad y de exigir respeto".
El alcalde de Hondarribia recibió un sinfin de reproches durante su comparecencia. De todos, salvo del PP. También del propio presidente de su partido en Guipúzcoa, Joseba Egibar.
"Cobertura pública"
"Los partidos han desaparecido de la primera línea porque se ha hecho una medición del termómetro popular y se está conjugando con la resolución del tema en instituciones judiciales. Y eso va en contra de los propios ayuntamientos, que deben ser instituciones matriz todos los días del año y más el día de la fiesta", dijo Egibar. Y pidió tanto a Jáuregui como a Santano su "cobertura pública" al alarde mixto para avanzar en la solución del conflicto.
Pero ni el uno ni el otro se comprometieron siquiera a pensárselo. Jáuregui, que privatizó en su momento el Alarde, porque "era la única manera de garantizar la paz social", le respondió así: "Yo no sabría calibrar si esta cobertura no provocaría un problema mayor de convivencia". El alcalde de Irún no dio una respuesta muy distinta cuando entró en la sala proclamando su optimismo por el hecho de que este año, por primera vez en una década, la fiesta se haya saldado sin incidentes. "Intentar potenciar una forma de entender el Alarde frente a la otra me parecería", dijo, "un error desde el punto de vista de la convivencia" y también, sostuvo, de lo que ha sentenciado el TSJPV y está recurrido en casación ante el Supremo.
En Irún, en los últimos años se han celebrado dos Alardes cada 30 de Junio. Hasta el 2001 el Ayuntamiento organizaba el mixto; luego también, como en Hondarribia, se desvinculó y optó por la política de las autorizaciones. "Lo mejor que se puede hacer es lo que se está haciendo. Que haya dos desfiles y que al final los ciudadanos elijan". Durante estos años ha habido una cascada de resoluciones judiciales y posicionamientos de instituciones en favor de la igualdad. Santano ha echado de menos "comprensión por la dimensión del problema", "y de más, las ganas de resolverlo por decreto o a golpe de marketing". Para Jáuregui, ha faltado "habilidad y sutileza".
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