Los demócratas preparan la revancha
El objetivo de la oposición, si logra la mayoría en la Cámara de Representantes, será abrir comisiones de investigación sobre las decisiones más controvertidas de los republicanos
Si... Un si condicional, no afirmativo. Un gran si planea sobre las elecciones legislativas del primer martes después del primer lunes de noviembre. ¿Qué pasará si los demócratas ganan hoy -como predicen los sondeos- la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos? Ellos han esperado 12 largos años y si ahora logran la cifra mágica de los 15 escaños que necesitan para derrotar a los republicanos del presidente George W. Bush, los demás no pueden aguardar un minuto más para saber cómo será un Capitol Hill con bandera demócrata
Las especulaciones se desatan. Aunque todo está pensado, al menos en la práctica. Automáticamente, los demócratas adquirirían el traspaso de todos los Comités de la Cámara. A partir de ahí se trata de poner en marcha las iniciativas políticas en las que creen y corregir aquellas en las que fracasaron los republicanos. Y harán tanto ruido como sea posible para ganar terreno con vistas al siguiente paso: las presidenciales de 2008.
La actual Cámara de Representantes está plagada de políticos demócratas 'exiliados'
La actual Cámara de Representantes está plagada de políticos demócratas exiliados, hombres que estuvieron presidiendo algún comité durante los 40 años en que su partido dominó el Congreso -perdido en 1994- y que ahora ven la oportunidad de investigar los errores del presidente número 43 de EE UU.
Un ejemplo: Henry Waxman, representante de California, hace cola para presidir el Comité de Reforma del Gobierno. Su objetivo: investigar Halliburton, la antigua empresa del vicepresidente Dick Cheney, y toda la corrupción y abusos producidos sobre las concesiones en Irak.
Otro caso: John Conyers, de Michigan, se postula para el Comité Judicial. Su plan es iniciar audiencias sobre la Ley Patriota e investigar el programa de escuchas domésticas de Bush. Conyers va bastante más lejos y reclama un proceso de destitución (el famoso impeachment que ya sufrió Clinton) para George W. Bush por la guerra de Irak. "Durante la Administración de Clinton, el detalle más mínimo llevaba a los republicanos a pedir una investigación", explica Waxman. "Desde que Bush es presidente se ha ignorado hasta el mayor de los escándalos".
Cómo ha manejado la Administración de Bush la seguridad portuaria y la amenaza del tráfico nuclear; cómo se ha posicionado ante asuntos como el medio ambiente y el cambio climático; cómo ha tratado la concentración de medios de comunicación; cómo ha resuelto uno de los pilares básicos de su tacaña Seguridad Social: el medicare; cómo no ha aumentado el salario mínimo; cómo ha obviado las ocultas relaciones de Cheney con la industria energética... A partir de mañana, si los demócratas ganan la Cámara de Representantes, todo apunta a un brote compulsivo de audiencias.
Aunque puede haber un obstáculo a tanta investigación, y tiene nombre propio: Nancy Pelosi, quien abandonaría su papel de líder de la minoría para tomar las riendas de la presidencia de la Cámara. Lo puede decir más alto, pero no más claro: "No quiero convertir el Capitolio en un juzgado". Habrá audiencias, puede que bastantes, pero según fuentes cercanas a Pelosi, la primera mujer que fue jefa de filas de la minoría demócrata y que ahora aspira a ascender, quiere ser ella misma quien mantenga todo el control. El objetivo de Nancy Pelosi es dar una imagen de liderazgo demócrata, comprometido con el futuro de la nación, y alejarse todo lo que pueda de revanchismos políticos. Por supuesto, ha sido especialmente dura con Conyers, a quien ha dejado claro que si ganan la Cámara, no quiere oír ni una sola palabra más sobre impeachment.
El Partido Demócrata es consciente de que no tendrá mucho éxito a la hora de sacar adelante leyes, no mientras habite Bush en la Casa Blanca y el Senado siga en manos -como auguran los sondeos- de los republicanos. Y es también consciente de que se centra en asuntos puramente domésticos, porque su plan con vistas a la empantanada guerra de Irak brilla por su ausencia.
La línea oficial promete "una nueva dirección" para el conflicto y reclama tímidamente un repliegue de las tropas en Irak. Si ganan, los demócratas tendrán que ser algo más concretos.
EN EL PUNTO DE MIRA
- Los demócratas se preparan para tomar el control de los Comités de la Cámara
- Todo apunta a un brote compulsivo de comisiones de investigación
- Los principales objetivos son el 'caso Halliburton', antigua empresa de Cheney, y la corrupción en Irak
- "Desde que Bush es presidente se ha ignorado hasta el mayor de los escándalos", asegura Waxman, representante
de California
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