_
_
_
_
Reportaje:

Marcha contra el gobernador

Decenas de miles de mexicanos desafían en Oaxaca a los policías que protegen al Gobierno regional

Un manifestante posa con una pancarta pidiendo justicia frente a los policías que bloquean una de las calles de acceso a la plaza principal de Oaxaca.
Un manifestante posa con una pancarta pidiendo justicia frente a los policías que bloquean una de las calles de acceso a la plaza principal de Oaxaca.EFE

"¡Oaxaca no es cuartel. Fuera Ejército de él!". Miles de personas gritaban ayer ésta y otras consignas en una multitudinaria marcha contra la presencia de las tropas federales enviadas por el Gobierno de Vicente Fox, y para exigir la renuncia del gobernador Ulises Ruiz. La mayor manifestación de protesta desde la intervención de la Policía federal hace una semana congregó a más de 15.000 personas de todo el Estado de Oaxaca, en una demostración de fuerza de las organizaciones que encabezan la revuelta desde hace cinco meses. La cifra de manifestantes fue aumentando a medida que iban llegando a la cita. Se contaban por decenas de miles.

"Aquí estamos los verdaderos oaxaqueños", decía un grupo de campesinos mixtecos, en un claro mensaje al gobernador, que sostiene que la protesta se reduce a un sector de la ciudad de Oaxaca, mientras el resto del Estado vive en paz.

Los manifestantes se concentraron en torno al monumento a Benito Juárez, en la entrada de la capital por la carretera a la Ciudad de México. Una larga hilera de autobuses estacionados junto a la carretera certificaba los numerosos oaxaqueños llegados desde distintos puntos. Unas 200 mujeres de la etnia triqui viajaron durante toda la noche desde la región de San Juan Copala, al suroeste de Oaxaca. Ataviadas con los tradicionales huipiles rojos, muchas de ellas apenas hablaban español. La marcha fue convocada por la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), cuyos dirigentes repetían los llamamientos a la calma y el orden y a no caer en provocaciones. Durante todo el trayecto hasta el centro de la ciudad, los manifestantes avanzaron ordenadamente y perfectamente divididos en grupos. Enfrente caminaban familiares de detenidos y desaparecidos en los enfrentamientos con la Policía federal.

Un tío y un hermano de Martín Cruz Rodríguez llevaban sendos carteles con la fotografía de un joven detenido por los federales el pasado día 2. Según contaron sus familiares, el joven está en la cárcel de Tlacolula, junto a otros 15 detenidos los últimos días. El grupo de familiares gritaba "Vivos se los llevaron, vivos los queremos". Una mujer se quejaba amargamente de que las agencias de la Fiscalía no funcionan y no hay dónde reclamar por el paradero de los detenidos y los desaparecidos. "Y el gobernador dice que las instituciones funcionan con normalidad".

Detrás avanzaba la dirección colectiva provisional de la APPO y diversas autoridades municipales, algunas con el bastón de mando. Grupos de maestros encuadrados por regiones y diversas organizaciones y sindicatos participaron en la manifestación, que aumentaba a medida que se acercaba al centro de la ciudad. Campesinos y maestros del Istmo de Tehuantepec habían llegado a bordo de una decena de autobuses. "De norte a sur, de este a oeste, ganaremos esta lucha cueste lo cueste", era su consigna preferida.

Previamente, la APPO había despejado los retenes en las carreteras para permitir la llegada de los manifestantes y fijó el recorrido de la marcha, que evitaba las zonas ocupadas por la Policía federal. "No caigamos en el enfrentamiento. Ésta es una manifestación pacífica", repetía la megafonía. Los federales reforzaron sus posiciones en el Zócalo hasta el punto de bloquear todos los accesos a la plaza con alambradas y barricadas.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La imagen no podía ser más irónica. Camiones y vehículos calcinados que sirvieron durante semanas de protección de los miembros del APPO, son ahora la coraza de los policías que han llegado a la ciudad para restablecer el orden y el libre tránsito. La realidad es que ayer nadie podía ingresar en el corazón de la capital oaxaqueña.

El número dos de la Secretaría (Ministerio) de Gobernación, Arturo Chávez, pasó el fin de semana en Oaxaca por encargo del Ejecutivo federal, cuyo presidente, Vicente Fox, estaba en la Cumbre Iberoamericana de Montevideo. Chávez anunció la determinación del Gobierno mexicano de que la Policía federal siga en Oaxaca hasta que haya orden, o cuando las instituciones determinen que no hay gobernabilidad y fuercen la salida de Ulises Ruiz.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_