Un hombre con problemas mentales mata a la mujer que le alquilaba la habitación

Un ciudadano marroquí de 28 años, Mohamed R., apuñaló mortalmente en la madrugada del martes a una compatriota de 39 años que le alquilaba una habitación en su casa del barrio de la Marca de l'Ham de Figueres, en la que vivían también los dos hijos de la mujer, de seis y ocho años. El agresor, que tiene antecedentes psiquiátricos, pudo haber tenido un brote psicótico cuando la víctima le reclamó los pagos atrasados del alquiler de la habitación, según los primeros indicios de la investigación iniciada por la policía autonómica.

Los Mossos d'Esquadra recibieron el aviso de los vecinos hacia las 0.30 del martes. La víctima, herida mortalmente, pudo salir de la casa, una vivienda de planta baja en el número 7 de la calle de Peixos, y lanzar gritos de auxilio en plena calle. Diversos vecinos la oyeron gritar que alguien quería matarla y reclamar que llamaran a la policía. Una vecina de la vivienda, en declaraciones a Ràdio Girona-cadena SER, aseguró que su agresor salió también a la calle sin mostrar ningún arrepentimiento y cuando vio que pretendían ayudarla gritó: "¡Déjala que se muera!". Los dos hijos de la mujer asesinada se encontraban en la casa durante el suceso.

Una patrulla policial de los Mossos localizó a la mujer tendida en la calle, desangrándose pero todavía con vida. Una ambulancia la trasladó al hospital de Figueres y posteriormente, debido a la gravedad de su estado, fue derivada al hospital Josep Trueta de Girona. La víctima, que presentaba una sola herida de arma blanca muy cerca del corazón, falleció poco después de ingresar en el hospital gerundense.

Detención

Mohamed R. fue detenido por la policía autonómica en las inmediaciones del escenario del crimen. El agresor, que ayer fue interrogado en la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Figueres, no opuso ninguna resistencia a la detención. Al parecer, ha estado ingresado varias temporadas en centros psiquiátricos en los últimos años y algunos vecinos ya estaban al corriente de que recibía tratamiento médico por sus problemas mentales.

La víctima llevaba viviendo en el barrio más de dos años, aunque hace pocos meses que decidió tener un inquilino en casa. Los gastos originados por la hipoteca de la casa y la educación de sus hijos la forzaron a tomar la decisión de alquilar la habitación.

La víctima no mantenía ningún tipo de relación sentimental con su agresor. El marido de la mujer asesinada y padre de sus dos hijos se halla cumpliendo pena de prisión. Los menores quedaron en la noche del martes a cargo de unos vecinos, aunque los servicios de atención a la infancia han asumido su tutela y les buscan ahora un nuevo hogar en casa de parientes o en una familia de acogida.