La oposición acusa a Madrazo de "hurtar" al Parlamento el debate sobre la vivienda

La oposición recibió ayer con críticas y recelos las explicaciones que ofreció el consejero de Vivienda, Javier Madrazo, sobre el Plan Director en esa materia para el periodo 2006-2009 que el Gobierno aprobó el pasado día 3. PSE y PP le acusaron de "hurtar" el debate al Parlamento por limitarse a comparecer para informar del contenido del texto, pero sin posibilidad de incorporar propuestas que contribuyan a mejorar la estrategia que seguirá el departamento en los próximos años para resolver el problema que más preocupa en estos momentos a los ciudadanos vascos.

El consejero compareció ante la Comisión de Ordenación Territorial, Transportes y Medio Ambiente del Parlamento para explicar el Plan Director de Vivienda. Madrazo optó por la fórmula de comparecer ante la comisión, con lo que los grupos sólo pueden plantear preguntas, y evitó el pleno monográfico. Esta última opción hubiese colocado en un serio aprieto al Gobierno, dada la situación de minoría en que se encuentra en la Cámara. La posibilidad de tener que encajar numerosas propuestas de resolución procedentes de la oposición suponía una posibilidad muy real. Aunque el consejero de Vivienda no está obligado por ley a remitir al Parlamento el plan director para su debate, sí fue una práctica habitual de su antecesor en el cargo, Patxi Ormazabal, para agrado de la oposición. Con este panorama, Madrazo tuvo que enfrentarse en primer lugar a las diatribas de la oposición por su decisión.

El portavoz socialista en el debate, Jesús Loza, le insistió varias veces para que rectificase y le advirtió de que su partido va a hacer lo posible porque acabe debatiendo abiertamente sobre el plan. La estrategia parlamentaria se centra en presentar proposiciones no de ley instando al Ejecutivo a remitir el documento a la Cámara. Sin embargo, esta práctica se ha demostrado inútil, al menos durante la legislatura pasada.

Loza incluso apeló a la "legitimidad" de su petición, ya que los socialistas han sido los principales interlocutores de Madrazo con la ley de Suelo, la norma más importante aprobada por el Gobierno en esta legislatura.

La popular Arantza Quiroga mostró su enfado con el consejero y le aconsejó que recapacite porque "la suerte que pueda correr el plan no está únicamente en manos del Gobierno. Los ayuntamientos tienen mucho que decir y ahí gobiernan todos los partidos". Desde Aralar, Aintzane Ezenarro también apuntó la conveniencia de que se puedan presentar propuestas de resolución para mejorar los contenidos del documento.

"Poco creíble"

Madrazo replicó con el argumento de que su departamento está abierto a cualquier sugerencia y recordó que en varias ocasiones del año ha remitido incluso cartas a los grupos solicitándoles sus aportaciones, pero sin ningún resultado. "Como no teníamos noticias, al señor Loza le llamamos para saber si había recibido el proyecto y para insistirle en que aportase lo que quisiera, pero nada", recalcó.

Además de las críticas por no permitir el debate, la oposición tildó de "continuista y poco creíble" el documento, que detalla la estrategia que seguirá el departamento durante los próximos años para resolver o, al menos, paliar el grave problema de la vivienda. Según Quiroga, se trata de un plan continuista, ya que "sólo cambian los números, pero las políticas siguen siendo las mismas".

Para Loza, resulta "poco creíble", toda vez que los aumentos de presupuesto que el departamento prevé para los próximos años resultan inferiores al crecimiento del presupuesto global de la comunidad autónoma. "Con ese dinero no se podrán sacar adelante los pisos que marca el plan", previó y apostilló que "es mejorable y para eso está el trámite parlamentario". Julián Martínez, de EHAK, fue el más feroz en sus críticas. "Parece como si el consejero se quedase sentado a esperar si las dificultades se resuelven por su cuenta", dijo.

El consejero apeló a la implicación de todas las instituciones y de los diferentes agentes sociales para resolver el problema de la vivienda que sufren los ciudadanos de Euskadi. Según sus cálculos, si todos se aplican "firmemente" en torno a las propuestas del Plan Director, las dificultades más graves podrían quedar resueltas cuando finalice la vigencia del plan, en 2009. Es decir, que se podría dar vivienda a los casos más acuciantes, que la consejería cifra entre

30.000 y 40.000.

El objetivo es promover un total de 27.000 pisos de protección oficial, que sumados a los 5.000 que se incorporarían al mercado de alquiler protegido procedentes de la captación de inmuebles vacíos permitirían cubrir el "problema real" de vivienda. Aunque las estadísticas elevan hasta 76.000 las personas inscritas en el Servicio Vasco de Vivienda-Etxebide en demanda de un piso, el departamento considera que las necesidades "realmente acuciantes", las de las personas que estarían dispuestas a acogerse ya a un alquiler, rondan las 40.000.

El Gobierno invertirá 2.815 millones de euros en la aplicación del plan. De los 27.000 pisos que se prevé edificar, la consejería asume la promoción directa de 10.300 y ha propuesto la construcción de 10.950 a los ayuntamientos y otros 5.750 a los promotores privados.