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Fomento gastará 6.150 millones en carreteras hasta 2010

La cifra comprometida resta margen de actuación para nuevos proyectos

El nuevo ministro de Fomento que tome el testigo de Magdalena Álvarez en la próxima legislatura va a tener poco margen para nuevos proyectos de carreteras. El Gobierno ha autorizado a Fomento a asumir ahora compromisos de gastos que ascienden a 6.150 millones de euros hasta 2010. Esa cantidad supera los márgenes que da la Ley General Presupuestaria, algo que la propia ley permite en "casos especialmente justificados". La presión política para anunciar nuevas obras crece ahora que se acercan las elecciones municipales y autonómicas.

La denominada "programación plurianual" para inversiones en infraestructuras está perfectamente prevista en la Ley General Presupuestaria del año 2003, aprobada durante el Gobierno del PP. El objetivo es permitir, sobre todo a los ministros de Fomento de turno, desarrollar proyectos que requieran varios años de ejecución sin necesidad de cargarlos en el Presupuesto de un solo ejercicio.

La ley pone límites a esta programación para que los ministros que vengan después no se queden sin margen para lanzar nuevos proyectos. Es decir, que no se tengan que limitar a ejecutar y pagar lo que le dejó su antecesor. Al tiempo, se trata de que la bola no siga engordando hasta otros cuatro años vista.

La Ley General Presupuestaria limita esa posibilidad a cuatro años, en porcentajes que van desde el 70% el primer año, el 60% el segundo y el 50% el tercero y el cuarto. Los porcentajes se aplican sobre el presupuesto correspondiente a la partida que se plurianualiza, en este caso, la de carreteras, en el año cero. La cantidad para 2006 asciende a 2.400 millones de euros.

Sobre esta base se pueden comprometer ahora gastos para ejercicios futuros que supongan porcentajes entre el 70% y el 50% de esa cantidad. Lo excepcional ahora es que esos porcentajes se han visto sensiblemente superados: el 97% para 2008, el 87% para 2009 y el 70% para 2010. La cantidad total que se puede comprometer ahora y que se cargará hasta 2010 asciende a 6.150 millones de euros.

Para poder superar esos límites, el Ministerio de Fomento ha tenido que contar con la autorización expresa del Consejo de Ministros. La decisión se produjo el pasado 20 de octubre. La justificación de Fomento, según la nota hecha pública ese día, es que "esta medida es necesaria para poder llevar a cabo la programación prevista, en razón de disponer de límite económico en el momento de tramitar los expedientes de gasto previstos en el presente ejercicio".

Casos especiales

La decisión del Gobierno está respaldada por la propia Ley General Presupuestaria. El Gobierno, dice la ley, "en los casos especialmente justificados", podrá acordar la modificación de los porcentajes anteriores (el 70-60-50), e incluso aumentar las anualidades (cuatro como máximo), "o autorizar la adquisición de compromisos de gastos que hayan de atenderse en ejercicios posteriores en el caso de que no exista crédito inicial".

Preguntado el Ministerio de Fomento por "cuáles son esos casos especialmente justificados", la respuesta es que "se trata de proyectos que ya están y que tienen compromisos futuros que hay que atender". Algunos, indican, provienen de la época de Francisco Álvarez-Cascos, anterior ministro de Fomento en el último Gobierno del PP.

Añaden que en el conjunto del ministerio, los gastos comprometidos a futuro no llegan ni de lejos a esos techos. Se quedan en el 60% el primer año, el 50% en el segundo y el 36% en el tercero. De ahí que, añaden, "Hacienda nos permita elevar los techos para carreteras". Al final, se trata de "ganar liquidez" para ir llenando la cartera de nuevos proyectos.

En el principal partido de la oposición no lo ven así. Niegan que la herencia de Álvarez-Cascos haya dejado hipotecada a su sucesora Magdalena Álvarez, al menos en los porcentajes admitidos ahora para 2010. El diputado del PP responsable de Infraestructuras, Andrés Ayala, califica la decisión del Gobierno de "descabellada" y apunta que el efecto será que, sea quien sea quien gane las próximas elecciones, "se queda sin capacidad de maniobra".

El PP utilizará este argumento para pedir la devolución al Gobierno del Presupuesto de Fomento para 2007, durante el debate parlamentario de las enmiendas parciales a los Presupuestos Generales del Estado que comienza en comisión la próxima semana.

La propia Magdalena Álvarez se quejó, cuando llegó al ministerio en mayo de 2004, de que su antecesor le había dejado sin margen para nuevos proyectos. Afirmó, en una entrevista a EL PAÍS que Álvarez-Cascos tenía ya comprometido el 98,42% del Presupuesto de ese año y que sólo le había dejado un 1,58% para hacer su propia política. Ahora, la rueda sigue.

Un factor clave es que las elecciones municipales y autonómicas están a la vuelta de la esquina, en mayo del año próximo, y las generales un año después. Los partidos, en este caso el PSOE, suelen presionar a su Gobierno para que anuncie nuevos proyectos que permitan cosechar votos. Muchos recuerdan que en los meses previos a las elecciones de 2004, el ministro Francisco Álvarez-Cascos lo inauguraba todo. Ahora se puede repetir la historia.

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