Perplejidad
Perplejo estoy porque acabo de ver en un noticiario que el ministro de Exteriores está de visita por Guinea Ecuatorial; perplejo porque la visita pretende mejorar las relaciones comerciales, sobre todo de Repsol, y más perplejo porque no se dice nada en absoluto de la situación de ese país que visité hace unos 18 meses. Pero también estoy indignado; indignado porque el ministro y su corte no deben de haber entrado ni unos 20 kilómetros en el continente africano, de lo contrario, habrían visto que en Guinea Ecuatorial se pasa hambre, y es muy indignante que en un país de menos de un millón de habitantes y con unos pozos a rebosar de petróleo se pase hambre; sólo con el 0,01% de la producción anual sería suficiente para acabar con tanta pobreza.
Pero tal vez el señor Obiang no esté dispuesto a caerse de la lista de los más ricos del mundo y ni a nuestro ministro ni a Repsol les interesen demasiado las gentes de Guinea, como, por cierto, tampoco les interesan a Esso y otras compañías de diversos países que por allí campan, todo sea dicho. Como nos dijo un nativo en la inmensidad y al resguardo de la selva: "Antes esto era la Guinea de España, ahora es la Guinea de Obiang". Que no se convierta en una mezcla de ambas cosas, por favor.