Irán reactiva su programa nuclear y da un nuevo paso para enriquecer uranio

Irán anunció ayer que esta misma semana inyectará gas en una nueva cascada de centrifugadoras para obtener un uranio que, según su grado de enriquecimiento, puede ser empleado para uso civil o militar. La confirmación de Teherán se produjo mientras el primer ministro británico, Tony Blair, reclamaba "cualquier acción necesaria para impedir" que la República Islámica de Irán se haga con el arma atómica.

Londres, París y Berlín trabajan intensamente en una propuesta de resolución de sanciones a discutir en el Consejo de Seguridad. Washington busca el modo de acomodar tal propuesta a la suya, mientras Moscú y Pekín observan. "Al final habrá un borrador de los seis", pronostican fuentes europeas.

El reconocimiento oficial iraní no sorprendió a los negociadores europeos, que el lunes hablaron en público de la puesta en marcha de una nueva cascada de 164 centrifugadoras y estimaron que sólo era cuestión de tiempo el que las máquinas dejaran de actuar en vacío. Ya en abril, la República Islámica puso a funcionar una primera cascada con la que obtuvo pequeñas cantidades de uranio enriquecido al 4,8%, en el otro extremo del 90% necesario para fabricar armamento atómico.

"La segunda cascada fue instalada hace dos semanas y la inyección de gas se realizará esta semana", comunicó la agencia ISNA citando a fuentes oficiales que no identificó, según las cuales "tras la inyección del gas [hexafluoruro de uranio] obtendremos la producción" de uranio enriquecido.

El primer ministro británico fue el primero en reaccionar en la sesión de control de ayer en la Cámara de los Comunes. Blair reiteró su negativa, en línea con los otros cinco países, a que el régimen de los ayatolás adquiera material para fabricar armas nucleares. "Es importante que adoptemos cualquier acción necesaria para impedir que eso suceda", subrayó.

Blair secundó la decisión de la pasada semana de los Veinticinco de dejar la puerta abierta a hipotéticas negociaciones con Irán, pero también aseguró que Londres trabaja intensamente en el Consejo de Seguridad de la ONU para dar con una "resolución adecuada y vinculante" disuasoria para Teherán.

Alemania, Francia y Reino Unido están haciendo circular un borrador que es menos agresivo con respecto a la cooperación nuclear civil de Rusia con Irán de lo que desea Estados Unidos. Fuentes norteamericanas consideran que es un desajuste menor, de fácil solución, mientras en Bruselas se hace notar que aunque "todavía se atraviesa una fase opaca en la negociación, al final habrá un borrador de los seis" con las sanciones a aplicar a Teherán.