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Las construcciones ilegales

Planes de legalización en Zahora a los que se oponen los vecinos

Ordenar las más de 800 casas irregulares de la pedanía barbateña de Zahora no será fácil. Lo sabe el Ayuntamiento de Barbate, del PP, que ha ofrecido ya tres alternativas a sus vecinos para recomponer la legalidad en la zona. Todas han sido rechazadas por los residentes. Esta negativa no les impide seguir reclamando servicios básicos como la recogida de basuras, que se convierte en un verdadero problema cada verano.

La asociación de vecinos Costa de la Luz se creó en 1985. Un grupo de vecinos se unió para reclamar soluciones a problemas comunes como el suministro eléctrico o de agua. Su presidente, José Antonio Mármol, explica que en estos 21 años han conseguido más de 300 socios que prácticamente engloban a los 1.200 vecinos habituales de Zahora. Han obtenido algunos logros, pero persisten problemas de tráfico y limpieza a los que el Ayuntamiento sólo pone, según denuncia, parches. En todo este tiempo, apenas se ha avanzado nada en la raíz del conflicto: que las casas y negocios de la pedanía fueron construidos sin licencia alguna. Ambas partes, vecinos y Consistorio, coinciden en que son edificaciones que se pueden legalizar.

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El Ayuntamiento ha propuesto un plan de regularización similar al de Chiclana, donde se van a regularizar 15.000 viviendas. Se ha distribuido la zona bajo un mismo área y se han diseñado viales y equipamientos a los que obliga la ley del Suelo autonómica. "Ninguna casa se va a tirar", explica el alcalde, Juan Manuel de Jesús, aunque fuentes municipales reconocen que algunas de las carreteras diseñadas sí tocan algunos muros. Ese plan no gusta a los vecinos. "Es muy agresivo. Prima lo especulativo y el interés económico por encima de lo social o natural", critica Mármol.

El Consistorio ha ofrecido otros diseños, pero ninguno convence a los residentes. "Ellos quieren que les legalicen las cosas y nos dejemos de monsergas. Pero eso no puede ser", responde el alcalde. "Queremos ser legales y pagar impuestos", dice Mármol, quien de inmediato añade que no a cualquier precio.

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