"Nos alejaremos de Europa si todas las carreras duran cuatro años"

Rector de la Universidad Politécnica de Cataluña y presidente de la Asociación Catalana de Universidades Públicas, Antoni Giró (57 años) quiere convencer al Ministerio de Educación de que debe flexibilizar su propuesta sobre la duración de las carreras universitarias. "Nos alejaremos de Europa si todas las carreras duran cuatro años", dice.

Pregunta. El ministerio ha hecho una primera propuesta para que todas las carreras sean de cuatro años. Ustedes defienden que sigan existiendo carreras de tres y de cuatro años ¿Por qué?

Respuesta. Lo que queremos es armonizarnos con Europa. Muchos países europeos tienen flexibilidad con carreras de tres y de cuatro años, es decir, entre 180 y 240 créditos. Se trata de facilitar la movilidad de los estudiantes en el futuro espacio europeo. Vemos bien que algunos títulos se obtengan en cuatro años, pero otros ya funcionan bien en tres. No veo por qué cambiar. Los estudiantes perderán movilidad. Le pondré ejemplos. Los estudios de Óptica, de Fisioterapia, de Pedagogía, de Turismo. Estas carreras están bien aceptadas profesionalmente con tres años.

"Si se alargan las titulaciones, precisaremos más recursos para mantener la calidad"

P. ¿Qué países tienen carreras de tres años y con los cuales habría problemas de movilidad?

R. Varios. Por ejemplo, Alemania, Reino Unido, Irlanda, Austria y Holanda tienen carreras de tres o de cuatro años. Otros, como Francia o Italia, tienen carreras de tres años.

P. ¿Qué opina de la posibilidad de que las titulaciones de cada una de las cinco ramas previstas tengan el primer curso común para poder cambiar de carrera?

R. Hemos pasado de un lado al otro. Le pondré un ejemplo. Hace unos años había la carrera de ingeniería técnica industrial, que tenía varias especialidades: mecánica, eléctrica, electrónica, química. Era la misma carrera con un inicio común y luego, en segundo y tercer curso, había la especialidad. Este sistema se cambió hace unos años por otro de cinco carreras distintas. En agrícolas pasaba igual. Ahora se quiere volver a juntar las carreras. Que estas ingenierías técnicas tengan un primer curso común es bueno, pero hacer cinco ramas y decir que toda la arquitectura o toda la ingeniería o todas las ciencias sociales tengan un curso común no lo veo correcto.

P. Hay datos que dicen que un tercio de los estudiantes dejan los estudios y que la mayoría lo hace el primer año. ¿No cree que un primer curso común permitiría cambiar de carrera manteniendo los aprobados y se podría atajar la tasa de abandono en la universidad?

R. Pero para combatirlo la solución no es sólo ésta. Hay otras cosas que se deben valorar. Lo que hay es una perversión en el sistema, que es el desajuste entre la formación que recibe el alumno de secundaria y las titulaciones que elige. Debería haber notas de selectividad diferentes para cada una de las carreras que se elija en función de las asignaturas. Por ejemplo, para entrar en ingenierías deberían valorarse más unas asignaturas y para entrar en físicas, otras. De esta manera se orientaría al estudiante. La informática lo permite.

P. ¿Reclamarán más dinero, si al final todas las carreras son de cuatro años?

R. Se necesitarán más recursos. De lo contrario, no se podrá mejorar la calidad. En nuestra universidad 15.000 alumnos, casi la mitad, pasarían de cursar tres a cuatro años. Mantener la calidad sin recursos es imposible.