El Tribunal Superior reprocha al Ejecutivo vasco falta de "respeto" en su crítica al encausamiento de Ibarretxe

La Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco respondió ayer a la dura declaración oficial del Gobierno vasco contra el encausamiento del lehendakari Ibarretxe por haberse reunido en abril con dirigentes de Batasuna y lamentó la falta de "respeto institucional" de la crítica realizada. Por su parte, el presidente de la ejecutiva nacional del PNV, Josu Jon Imaz, insistió en que la decisión de abrir un procedimiento penal por desobediencia contra Ibarretxe "es política" antes que jurídica, puesto que él se ha reunido este año "más de 25 veces" con Batasuna y no ha sido encausado.

En la reunión de la Sala de Gobierno donde se acordó por unanimidad responder al Ejecutivo vasco no participaron, según precisa el comunicado remitido, ninguno de los cuatro miembros de la Sala de lo Civil y Penal que han encausado al lehendakari, incluido su presidente, Fernando Ruiz Piñeiro, que lo es también del Tribunal Superior. El órgano judicial afirma que "lamenta" el contenido de la declaración del Gobierno vasco, por estimar que se produce "con desconsideración del principio de paz jurídica". Asimismo, "deplora" que la crítica expresada "no se haya atenido al exigible respeto institucional que se debe al ejercicio legítimo de la función jurisdiccional". En su declaración del martes, el Ejecutivo tripartito reprochó al Tribunal Superior haber generado "un conflicto institucional de la mayor gravedad" y de actuar por motivaciones políticas, y anunció que su auto "no va a resultar gratuito".

Lejos de rebajar el tono de la polémica, el presidente del PNV recalcó que su partido va a adoptar "todas las iniciativas políticas necesarias" para responder a una medida que considera "absolutamente intolerable". Sin embargo, en sus declaraciones a Radio Euskadi no precisó en qué se concretará la "movilización ciudadana" anunciada, aunque apuntó que será acordada "con otros agentes". El PNV convocó a sus bases a arropar al ex presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, cuando en diciembre de 2003 declaró como imputado por la negativa a disolver el grupo de Batasuna. "Por qué no se actúa contra mí", preguntó Imaz tras recordar que también se autoinculpó de haberse reunido con Batasuna y que no prosperó la denuncia contra él de la fundación España y Libertad.