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París pone a la venta los vinos que Chirac ordenó comprar cuando era alcalde

El Ayuntamiento de París sacó ayer a subasta la mayor parte de su bodega: exactamente 4.960 botellas de un total de más de 7.000 acumuladas desde que, en 1977, el entonces alcalde y actual presidente de la República ordenara comprar los mejores caldos que fueran saliendo al mercado. Cuando Jacques Chirac dejó la alcaldía por el palacio del Elíseo en 1995, su sucesor, el también conservador Jean Tiberi, mantuvo la misma política. El socialista Bertrand Delanoe, llegado al poder en 2001, ha decidido acabar con esta extraordinaria colección de los vinos más exquisitos. La subasta, que se lleva a cabo en la casa SVV Giafferi, durará dos días y ha atraído a aficionados e inversores de todo el mundo, entre los que destacan los procedentes de China y Rusia.

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Invierta en vino comprando botellas de la bodega de Chirac

El Consistorio, que oficialmente justifica su decisión con el argumento de que una crecida del Sena arruinaría las reservas, situadas en un sótano junto al río, calcula ingresar al menos 550.000 euros, aunque los expertos suben la cifra hasta los 800.000. Claude Maratier, que se ha encargado de valorar los 793 lotes que salen a subasta, explica que la operación forma parte del deseo del Ayuntamiento parisiense de reducir el tren de vida que Chirac dejó como herencia. "Servir 10 botellas de Château Petrus durante una comida es poner 25.000 euros sobre la mesa", señala.

El primer lote en salir a subasta lo componían seis botellas de Château Lafitte-Rothschild 1998, con un precio de salida de 900 euros. Pero el momento culminante de la tarde de ayer fue cuando las dos botellas de Romanée Conti 1986, con un precio de salida de 1.500 euros cada una, fueron adjudicadas por 5.000 euros la pieza. Entre los mejores caldos figuraban 12 botellas de Château Pétrus 1990, con un valor inicial de 1.200 euros la unidad; cinco de Château Laffitte-Rothschild 1981, a 700 euros la pieza, y tres de Château Mouton-Rothschild 1989, cuyo precio de salida es de 900 euros cada una. Para los bolsillos más modestos que quisieran llevarse un recuerdo de los años dorados de Chirac junto al Sena, había también botellas de entre 16 y 50 euros.

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