Los socialistas denuncian que las cuentas de CiU sobre cheques de servicios "no cuadran"

Dos más dos suman cuatro. Menos en política, y muy especialmente cuando se avecinan unas elecciones. Sólo sobre esta base puede entenderse que los dos principales partidos catalanes no consigan ponerse de acuerdo en lo que cuesta implantar un servicio público determinado. O dicho de otra forma, en lo que cuesta hacer realidad una promesa electoral como los cheques de ayuda a las familias que Convergència i Unió (CiU) pretende implantar en caso de alcanzar el poder.

Estos cheques, su alcance y su coste son la base del primer número de L'Escàner una publicación ya casi tradicional del PSC en tiempos de campaña electoral que busca cuestionar los puntos débiles de las propuestas del rival nacionalista. En el número editado ayer, el primero de esta campaña, los socialistas se han cebado en la propuesta estrella de Artur Mas para esta campaña electoral: los cheques de guardería y los incentivos a la natalidad en forma de pagas anuales de hasta 4.000 euros. A juicio de Ernest Maragall, responsable de la publicación socialista, "las cuentas no le salen a Artur Mas".

El miembro del equipo de campaña de José Montilla trató de demostrar ayer que los convergentes, que han evaluado el coste de sus propuestas en materia social en 1.200 millones de euros, se han quedado cortos. Muy cortos. Maragall puso énfasis, por ejemplo, en los 4.000 euros prometidos por Mas a las familias con tres o más hijos, una medida que los nacionalistas cuantificaron en 42 millones de euros. El dirigente socialista, sin embargo, mantiene que esta medida costaría a las arcas públicas 259 millones. "A no ser", dijo Maragall, "que Mas no cuente con el conjunto de los 65.000 niños que se engloban en esta premisa".

El boletín del PSC, que se difundirá a través de Internet, también observa "errores" en materia de guarderías. De entrada porque en sus estimaciones internas la dirección de CiU cifra en 29.000 las plazas públicas de guarderías existentes en Cataluña, cuando según el PSC son 31.431. Pero también porque en las propuestas de Mas los cálculos sobre guarderías están hechos sobre una base cuando menos curiosa: la de años de 13 meses. Esta es al menos la conclusión a la que llega el PSC después de analizar los datos con los que trabaja la cúpula de CiU, reproducidos por algunos medios de comunicación. En materia de guarderías, por ejemplo, los convergentes prevén un gasto de 244,4 millones de euros para dar un cheque de 100 euros mensuales a los niños que acudan guarderías privadas. La medida está calculada sobre la base de 189.000 usuarios, y según Maragall "no cuadra". La única manera de combinar estas cifras es que los años tengan 13 meses.

El dirigente socialista aseguró ayer que sólo desde una perspectiva de falta de rigor se entiende que CiU continúe adelante con estas propuestas que, recordó, "primero fueron cifradas en 800 millones y ahora ya admiten que serían 1.200". Durante una reunión con empresarios celebrada en el Círculo de Economía, el consejero y número dos de la candidatura socialista, Antoni Castells, echó un capote a Maragall, informa Claudi Pérez. "CiU ya dejó en 2003 un déficit de 1.250 millones de euros, que en dos años el Gobierno catalán ha conseguido reducir a 265 millones. Pero las promesas electorales de Mas amenazan con volver a poner el déficit por encima de los 1.200 millones en un solo año", aseguró Castells en un coloquio con empresarios celebrado en el Círculo Ecuestre.

El boletín socialista repasa otras propuestas de sus rivales convergentes, que presenta acompañadas de coletillas como: "Lo que CiU esconde". A modo de conclusión, Ernest Maragall aseguró que CiU "lo que hace es gastar y nosotros, invertir", de la misma forma que la formación presidida por Artur Mas confía la solución de los problemas "al mercado" y el PSC se dedica "a crear equipamientos", sobre todo en el campo de la educación y la sanidad.

También denunció la "ambigüedad recurrente" que existe, en su opinión, en muchas de las propuestas de CiU y la "diferencia abismal en esfuerzo y recursos" de éstas respecto a las que plantean los socialistas catalanes, que apuestan por actuar "en el conjunto del sistema educativo" y "universalizar el objetivo de convertir a Cataluña en un país trilingüe", por ejemplo.