Los pacientes aceptan los genéricos
Dos de cada tres enfermos españoles ven con buenos ojos la prescripción de estas especialidades farmacéuticas
España ahorraría 1.700 millones de euros anuales si se cumplieran las previsiones del Gobierno sobre el uso de medicamentos genéricos, que se ha propuesto alcanzar un 20% del valor de las prescripciones en la presente legislatura. Así lo señala un estudio de la consultora IMS presentado por la empresa Laboratorios Cinfa en Pamplona durante el II Seminario sobre genéricos organizado con el apoyo de la Asociación Nacional de Periodistas de Salud.
Los datos del estudio, presentados por Javier Galardi, director comercial de Laboratorios Cinfa, calculan en 585 millones el ahorro de los últimos 12 meses en España gracias a la prescripción de especialidades farmacéuticas genéricas (EFG), que han alcanzado en nuestro país apenas un 7,5% en valores sobre el total de medicamentos consumidos.
Estos medicamentos ya representan el 7,5% del total de los que se consumen
En España se podrían ahorrar unos 1.700 millones de euros al año gracias a su uso
De acuerdo con el estudio presentado por Cinfa, el 67% de los pacientes aceptaría que el farmacéutico le dispensase un medicamento genérico en lugar de uno de marca, y un 20,4% adicional los aceptaría tras consultar con su médico. Tan sólo uno de cada 10 pacientes dice que no los aceptaría, en su mayoría personas mayores, con patologías crónicas y polimedicadas.
Si el resto de España alcanzara los parámetros actuales de Madrid -17% del consumo de genéricos en unidades y 10,5% en valores-, el ahorro se incrementaría en 300 millones de euros más al año. El ejemplo de Andalucía es especialmente destacado en el estudio de la consultora IMS. Habiendo registrado en el primer semestre de 2006 uno de los consumos de unidades farmacéuticas más altas por habitante (13,48%), fue, sin embargo, la que menos incremento del gasto mostró (un 2,61%) debido a la elevada penetración de los genéricos (16,4% en unidades sobre el total de medicamentos de prescripción).
Además de la importancia de las políticas autonómicas en salud, otra de las conclusiones del Seminario El genérico en España, un potencial a nuestro alcance, fue que aquellas áreas terapéuticas con mayor penetración de genéricos no siempre coinciden con las especialidades que recibieron la autorización más temprana. "La velocidad de implantación tiene mucho que ver con la cultura del genérico", indicó Javier Galardi.
Un segundo estudio, encargado a la empresa 29Q, incorporó los resultados de una encuesta realizada el pasado mes de julio a la población española en la que se constata que el conocimiento de los genéricos se ha estancado.
En la última oleada de encuestas, efectuadas a 1.054 personas, se constata que un 52,2% de los ciudadanos sabría distinguir un medicamento genérico de uno no genérico y que un 64% los ha consumido alguna vez. Sin embargo, el barómetro del CIS de los últimos años ya reflejó en 2002 un conocimiento de los genéricos de un 68,9%, porcentaje que en 2005 subió sólo al 69,5%.
Respecto a las razones por las que la ciudadanía piensa que les recetan medicamentos genéricos, dos de cada tres encuestados consideran que es porque tienen los mismos efectos y son más baratos que los de marca, mientras un 24% destaca el ahorro que suponen para el gasto farmacéutico. No obstante, pese a la creciente conciencia social de su utilidad, un 28% de la población no ha consumido nunca un medicamento genérico. Dados los actuales niveles de conocimiento y uso, el margen de mercado es muy elevado.
Enrique Ordieres, presidente de Cinfa, considera que hay que mejorar la formación e información tanto a los profesionales sanitarios como a los usuarios. "Sólo así lograremos que el ciudadano paciente conozca las ventajas de los genéricos y se sienta satisfecho porque recibe el medicamento más adecuado a su necesidad clínica, a la dosis precisa, durante el periodo de tiempo necesario y al menor coste posible para él y para la comunidad".
Julio Maset, director científico de Laboratorios Cinfa, fue muy crítico durante el seminario sobre la protección adicional que reciben los medicamentos, que no se encuentra en otros sectores industriales. A su juicio, se debe revisar el sistema de patentes para permitir progresar a la sociedad: "No admitir esto es realizar un uso perverso de estas patentes. Si este sistema se aplicara a productos como los neumáticos o la pantalla de plasma, por ejemplo, no estarían a nuestro alcance".
"Entonces, ¿por qué los laboratorios innovadores intentan defender el monopolio después de que sus patentes hayan caducado?", se preguntó Maset. "La respuesta", señaló el director científico de Cinfa, "es sencilla: es más barato litigar que seguir innovando".
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