Un directivo de Forza Italia inicia una huelga de hambre contra la reforma televisiva de Prodi

Sandro Bondi, coordinador de Forza Italia y hombre fidelísimo a Silvio Berlusconi, hasta el punto de tener domicilio en una de las habitaciones del palacio milanés de Il Cavaliere, iniciará en los próximos días una huelga de hambre. Con su gesto, que califica de "dramático", Bondi quiere decir al mundo que Italia se ve amenazada por "un régimen antiliberal y autoritario". Ese régimen "que pone en peligro la democracia" es el de Romano Prodi, culpable de querer reformar la ley de televisiones y reducir la hegemonía de Mediaset, el grupo televisivo de Berlusconi.

La reforma no amenaza la supremacía berlusconiana en el mercado televisivo, pero si finalmente el Parlamento la aprueba en los actuales términos reducirá los ingresos de Mediaset. La ley actualmente vigente, aprobada con grandes dificultades por el Gobierno de Silvio Berlusconi, establece que ninguna empresa puede acaparar más del 20% del mercado publicitario total.

La nueva ley es más concreta y fija un límite del 45% para los anuncios televisivos. Eso significa que Mediaset, que en estos momentos absorbe el 52% de la publicidad televisiva, deberá reducir en siete puntos su facturación.

El proyecto de Prodi apunta también a romper el duopolio formado por la RAI, pública, y la privada Mediaset. Con tal objetivo, exige que ambos grupos desplacen una de sus cadenas al sistema digital terrestre en un plazo máximo de 15 meses. Se trata sólo de una anticipación, porque todas las cadenas que ahora emiten en abierto deberán pasar al digital terrestre antes de 2012. Pero si se liberan antes dos frecuencias será posible cederlas a nuevos grupos televisivos y aumentar la competencia en vísperas de la gran transformación tecnológica.

La RAI debe decidir si envía al digital terrestre, que requiere decodificador, RAI 2 o RAI 3. En el caso de Mediaset, la opción es clara: Rete 4, la menos rentable del grupo y la menos legal, ya que ocupa una frecuencia atribuida a Europa 7 y sólo se salvó de convertirse en un canal por satélite, como ordenaba una sentencia del Tribunal de Casación, por un decreto urgente del anterior Gobierno.

Voz fiel del berlusconismo

El problema consiste en que Rete 4 es la voz más fiel del berlusconismo. Su director, el periodista Emilio Fede, admira tanto a Berlusconi que le ofreció en su día uno de los sacrificios más profundos realizables por un italiano: abjuró públicamente de su fe juventina y se pasó al Milan de Il Cavaliere.

La reforma del mercado televisivo no debería implicar despidos en Mediaset ni alterar de forma sustancial los actuales equilibrios en el mercado, al menos en las posiciones de liderazgo mantenidas por Canale 5 y RAI 1. El sector democristiano de la oposición de centro-derecha ha recibido el proyecto con tranquilidad y sus líderes reconocen, en privado, que se trata de una reforma "razonable". Pero Berlusconi y los suyos se han cerrado en banda. Para Berlusconi se trata de "un acto de bandidismo", de "una agresión contra el líder de la oposición" y de una prueba de que "los italianos deben atemorizarse ante esta izquierda vengativa".

De ahí la huelga de hambre de Sandro Bondi, que fue alcalde comunista antes de ingresar en Forza Italia. Bondi admite que su gesto "hará sonreír a algunos" y suscitará "caricaturas". Se declara, sin embargo, convencido de su deber de "defender una empresa importante que ha desempeñado un papel esencial para el desarrollo económico y para la libertad de Italia" frente a "una izquierda que sólo cree en el poder".