Velázquez desembarca en Londres
La National Gallery presenta la segunda gran muestra dedicada al artista después de la del Prado
Poco después de que, en la ficción, Alatriste impidiera el asesinato en duelo nocturno del Príncipe de Gales en las calles de Madrid, Velázquez, acabado de llegar a la Corte de Felipe IV, pintó un retrato del heredero de la corona británica por el que fue recompensado con 1.100 reales. No se conserva esta pintura de 1623, pero en cierta manera éste podría considerarse el primer contacto de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (Sevilla, 1599-Madrid-1660) con Gran Bretaña, un país en el que siempre se ha tenido un especial amor por su trabajo que se ha reflejado tanto en el coleccionismo como en la cantera de estudiosos de su obra.
Es extraño que hasta ahora no se hubiera realizado en Londres ninguna gran antológica del artista, pero en todo caso este curioso descuido se saldará a partir del próximo miércoles cuando la National Gallery celebre el centenario de la adquisición de la Venus del Espejo -el único desnudo del artista y de la pintura española hasta Goya- con la apertura al público de la gran exposición Velázquez, que hasta el 21 de enero reúnirá 46 obras del artista. Será la exposición más grande dedicada al artista después de la de 1990 del Prado, que reunió 78 obras.
La de Londres, sin embargo, será mayor que la que se hizo en 1989 en el Metropolitan de Nueva York (38 pinturas) o que las que se organizaron recientemente en Roma o Nápoles, que reunieron unas treinta obras. La doble visita a la National y al Prado (que presta ocho de las 47 obras del artista que hay en sus fondos; por supuesto no viajan ni Las Meninas ni Las Hilanderas) permitiría conocer prácticamente todo Velázquez. El del Prado es un préstamo extraordinario que tendrá su correspondencia el próximo año cuando la pinacoteca madrileña inaugure en otoño una exposición dedicada al artista centrándose no en su reconocida faceta de retratista sino en la de narrador de historias. Fábulas pintadas, que reunirá sus pinturas de tema religoso, histórico y mitólogico, será más pequeña que la de Londres, pero para organizarla se cuenta ya con el compromiso de cinco obras de la National Gallery -La Venus del Espejo , Cristo en casa de Marta y Maria, Cristo y el alma cristiana, San Juan en Patmos y La Inmaculada- además de piezas de otros museos y colecciones internacionales.
"Lo más interesante de la exposición de Londres, además de la importancia del trabajo previo realizado, es que es una oportunidad de comparar las obras para poder estimar o desestimar atribuciones", indica Javier Portús Pérez, conservador del Museo del Prado y autor de uno de los textos del catálogo. Para el público general, la verdad, el disfrute es casi el mismo y la sola oportunidad de ver tanta obra reunida ya se avecina como un banquete para los sentidos y para el cerebro, pero para los especialistas la vida y la obra del artista ha sido siempre un auténtico desafío. De Velázquez se sabe muy poco, en realidad. Firmó pocas obras, resulta complicado datarlas y el catálogo de obras hechas de su propia mano (entre 90 y 123, según las fuentes) se reduce de década en década.
Obras maestras de Velázquez en Londres
El aguador de Sevilla (1618-1620). Aspley House. Londres
Vieja friendo huevos (1618). National Gallery of Scotland. Edimburgo
Cristo en casa de Marta y María (1618) National Gallery. Londres
Luis de Góngora (1622). Museum of Fine Arts. Boston
La Fragua de Vulcano (1630). Museo del Prado. Madrid
El Conde-Duque de Olivares (1624). Museu de Arte. São Paulo
La lección de equitación del príncipe Baltasar (1636-1639) Colección privada. Londres
Felipe IV, cazador (1636). Museo del Prado. Madrid
Inocencio X (1650). Apsley Hose. Londres
La Venus del espejo (1647-1651). National Gallery. Londres
Marte (1638). Museo del Prado
El infante Felipe Prospero (1659). Kunsthistorisches Museum. Viena
Babelia
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