Djibi, un paraíso enfermo, tóxico y manchado
Una cooperante española describe los efectos de los vertidos en Costa de Marfil
Niños con manchas en la cara, con el cuello quemado, con grandes erupciones por todas partes... Nadie estaba sano en la población de Djibi, en Costa de Marfil, cuando llegó en su auxilio Isabel de Blas, una cooperante española de Cruz Roja. Llevaba un año coordinando un programa para reducir las tensiones entre las comunidades del país cuando se enteró por la radio de que en Djibi no había ni un solo médico para atender a los enfermos del vertido tóxico abandonado en la zona por el barco Probo Koala. Y fue la primera en llegar, según cuenta el jefe del pueblo
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