El comité de Reckitt exige un plan detallado del cierre para negociar

El comité de empresa de Reckitt Benckiser, la multinacional que clausurará su planta en Güeñes con 194 trabajadores, lanzó ayer un ultimátum a la compañía: en la reunión bilateral de hoy debe presentar un plan detallado del cierre. "Si no, obraremos en consecuencia", advirtió. El comité volvió a censurar la postura del Gobierno: "O son incompetentes o están negociando con Reckitt la destrucción de nuestros puestos".

El conflicto en la fábrica de Güeñes parece entrar en un callejón sin salida cuando está punto de cumplirse un mes del anuncio de cierre por parte de la multinacional británica de productos de limpieza e higiene. La dirección de la compañía anunció el viernes que había mandado una carta a cada trabajador detallando las condiciones económicas de posibles recolocaciones o salidas y conminó al comité a entablar una negociación inmediata con la amenaza de "otras iniciativas legales", en referencia implícita a un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

La respuesta del comité no se ha demorado. Su presidente, Natxo Velasco, de ELA, aseguró ayer que se devolverán a la empresa todas las cartas, "que son una clara amenaza para intimidarles". Además, lanzaron un ultimátum a la compañía ante la cuarta reunión bilateral, convocada para hoy. "Si la dirección no asume que está obligada a poner encima de la mesa todo su plan de cierre, incluida la propuesta de recolocaciones, obraremos en consecuencia", indicó Velasco, quien agregó que la multinacional sólo ha hablado "de condicionales" en sus propuestas sobre el futuro de los 194 empleados.

Nueva concentración

El comité negó el reproche de la empresa de que carezca de voluntad de entrar a negociar y aseguró que la dirección "trata de evitar la participación" de los representantes de los empleados con iniciativas como enviar las cartas individuales. Velasco estimó "desalentador" que Reckitt haya recurrido a una firma especializada en recolocaciones, prejubilaciones e indemnizaciones, "es decir, destrucción de empleo".

Como expresaron ya al principio del conflicto, los trabajadores se quejan de la actitud que está manteniendo el Gobierno vasco y, en concreto, la consejera de Industria Ana Aguirre, quien no les recibe, pese a que se lo solicitaron el 29 de septiembre. Velasco criticó que la titular de Industria no tome posición ante los planes de Reckitt de que sus empleados se recoloquen en otros proyectos empresariales. "O son incompetentes o están negociando con Reckitt la destrucción de nuestros puestos de trabajo", resumió. El comité anunció que mañana se concentrarán de nuevo ante la sede del Ejecutivo en Vitoria para pedir una reunión con Ana Aguirre.

Además, los trabajadores instaron a Empleo a "adoptar una actitud acorde" con sus declaraciones públicas si la empresa presenta finalmente el ERE. "Sería incomprensible que fuera aprobado sin causa justificada".

La plantilla recuerda que la multinacional ha admitido los "beneficios históricos" de la fábrica de Güeñes, "pero quieren incrementarlos. La única justificación reconocida es reestructurar la producción en otras fábricas y subcontratar para aumentar los beneficios actuales".