Los soldados, reporteros de guerra en 'Irak al descubierto'
MTV analiza el papel de Internet en la difusión del conflicto
El excombatiente Adam Lingo pasa 10 horas al día frente al ordenador. Como hace Jennifer Garrison cuando quiere enterarse de todo lo que no le cuenta su esposo de la misión donde está destinado. Los vídeos que los soldados estadounidenses cuelgan en Internet ponen al día a uno y otra sobre lo que está pasando en Irak. MTV analiza esta noche (21.30, dial 82 de Digital + y cableoperadores) el papel que juega la Red en la difusión del conflicto en el documental Irak al descubierto.
Un "tabú" impide a los medios de comunicación estadounidenses convencionales dar imágenes de los soldados muertos en Irak, denuncia David Carr, experto en medios de comunicación de The New York Times. "La gente se quiere tomar el café en paz", sostiene. Paul Rieckhoff, veterano de Afganistán e Irak, va más allá y habla de "autocensura". Como ejemplo, la total ausencia de cadáveres en las páginas de Los Angeles Times en un periodo de seis meses en el que murieron 559 soldados destinados en Irak.
En gran medida para llenar ese espacio en blanco en los informativos de las grandes cadenas de televisión, los internautas han empezado a buscar por la Red ese vídeo-diario que cuelgan los propios soldados y que llega a webs como youtube, warchannel, military o ifilm, de la propia MTV. Los insurgentes tampoco han desaprovechado las posibilidades que les brinda la Red para hacer propaganda y mandar mensajes a Occidente sobre su capacidad de respuesta.
"Si no fuera por las pistolas, el forcejeo y la música de ascensor, parecería cualquier vídeo de MTV", comenta el documental que el canal eminentemente musical estrena esta noche. Los hay para todos los gustos: humorísticos, de soldados jugando con espadas de luz; creativos, elaborados contraluces; crudos, con profusión de imágenes de restos humanos, y terroríficos, con ataques a las tropas en directo. La cámara va sujeta entre los lanzagranadas, y se graba donde apunta el objetivo, mientras que otras veces se lleva en la mano. El Ejército estadounidense permite las cámaras en combate, pero no dice nada de colgar en la Red lo grabado.
Adam Lingo, sargento de 28 años, terminó su misión hace ocho meses. Ahora, de vuelta a casa, se pasa de ocho a diez horas al día frente al ordenador. Lo entiende como un tratamiento "terapéutico". "Cuando vuelves quieres compartir tu experiencia con alguien", y a su familia no sabe explicarle qué le pasa.
Cuando Jason llama desde Irak, "sólo quiere hablar de la casa, los niños, la familia", se queja su esposa, Jennifer Garrison, de 23 años. Para Jennifer, esos vídeos de Internet muestran mucho más de lo que él cuenta. "Probablemente no le guste que lo haga", reconoce.
No todos los que visitan estas páginas son militares, como confirma Rieckhoff, sino curiosos que "quieren experimentar sin perder una pierna". "Si una foto vale mil palabras, ¿cuánto vale un vídeo?", concluye Lingo.
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