Erdogan mantiene la negativa de abrir a Chipre los puertos turcos
El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se mantuvo ayer firme en su negativa a abrir sus puertos y aeropuertos a los barcos y aviones de Chipre. Tras una reunión con la canciller alemana, Angela Merkel, en Ankara, Erdogan dijo que no dará su brazo a torcer hasta que no se levante el "aislamiento" del norte turco de la isla mediterránea.
Merkel pidió a Turquía que cumpla el llamado protocolo de Ankara, que exige la apertura de los puertos y conllevaría el reconocimiento de Chipre por parte de Turquía. "Yo creo que se sobrentiende que, si los miembros de la Unión Europea quieren cooperar, a ello pertenece también unas relaciones comerciales libres, el acceso a puertos y aeropuertos", dijo Merkel en presencia del mandatario turco.
Turquía firmó el año pasado el protocolo de Ankara, que ampliaba la unión aduanera entre Turquía y la UE a los diez nuevos Estados miembros de la Unión, incluida la República de Chipre -la parte griega de la isla-, y establecía los términos de las negociaciones del acceso turco a la UE. Sin embargo, hizo constar en una declaración adicional que eso no implicaba su reconocimiento de Chipre.
Ankara acusa, por su parte, a Bruselas de no cumplir su promesa de abrir el comercio con el norte de la isla -bajo dominio turco desde 1974, cuando se instauró la República Turca del Norte de Chipre, sólo reconocida por Ankara-, debido al veto del Gobierno de Nicosia. "¿Por qué este aislamiento?", preguntó Erdogan, y añadió que el norte de Chipre no es un refugio de terroristas ni de dinero negro, como acusan sus adversarios.
Informe en noviembre
Erdogan mostró su esperanza de que las negociaciones para el ingreso de Turquía en la UE se aceleren durante la presidencia alemana, en el primer semestre de 2007, y que el apoyo para su ingreso aumente en ese periodo. Pero Merkel dejó claro que la solución del problema de Chipre es una condición necesaria para avanzar en las negociaciones para el acceso turco a la UE.
La Comisión Europea presentará el próximo 8 de noviembre un informe sobre los avances logrados por Turquía, y amenaza con congelar las negociaciones para el ingreso si no hay indicios de un cumplimiento del protocolo de Ankara por la parte turca.
La canciller alemana y el partido que preside, la Unión Cristiano Demócrata, son reacios a un ingreso de Turquía a la UE como miembro de pleno derecho y prefieren, por el contrario, una alianza preferencial que estreche las relaciones con ese país sin llegar a integrarlo en la Unión, que desde su punto de vista debe mantener su talante cristiano.
En el segundo y último día de su visita, Merkel tenía previsto reunirse hoy con los líderes de las comunidades religiosas de Turquía para subrayar la importancia del diálogo cultural y religioso.
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