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Un asaltante mata a tiros a tres niñas en un colegio amish de Estados Unidos

El asesino dijo antes de suicidarse que se vengaba de algo que le sucedió a los 12 años

Yolanda Monge

Tres tiroteos en colegios de Estados Unidos en menos de una semana. Ayer, un hombre armado asaltaba la escuela amish de Georgetown en Nickel Mines, una localidad rural del Estado de Pensilvania. Fue uno de los ataques a centros educativos más graves de la historia de EE UU. Primero hizo salir a los alumnos varones y retuvo a las niñas tras bloquear las puertas; después, las ató y, tras ordenarlas ponerse delante de la pizarra, las disparó como si se tratase de una ejecución, según informaba la cadena de televisión CNN. El asesino mató a tres niñas y después se quitó la vida.

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Otros siete pequeños permanecían en estado grave en el hospital. Según informaba la CNN, el hombre, de 32 años y que no pertenecía a la comunidad amish, había ido a repartir leche con su camión. Charles Carl Robert dejó una nota de suicidio a sus tres hijos en la que aseguraba actuar por venganza por algo que le sucedió cuando tenía 12 años.

El forense del condado generó la confusión en un primer momento cuando aseguró que eran seis los muertos. "Hasta ahora tenemos confirmadas seis muertes, pero los helicópteros siguen trasladando heridos como locos [al hospital de Lancaster]", decía Gary Kirchner. Tres niñas, de entre seis y 12 años, fueron admitidas en el centro médico en estado muy grave debido a heridas de bala.

Según informó la policía, el hombre estuvo en el interior de la escuela cerca de 45 minutos antes de que la policía recibiera el aviso por parte de uno de los profesores. Cuando lograron entrar en el colegio rompiendo las ventanas era demasiado tarde. Sólo les quedaba evacuar a los heridos y sacar a los muertos. La escuela, de una sola aula y con niños de hasta 14 años, está situada en Nickel Mines, un pueblo 55 kilómetros al oeste de la ciudad de Filadelfia.

Un hombre entró en el edificio y abrió fuego, "disparando varias veces", dijo Jack Lewis, de la policía estatal de Pensilvania, a la CNN. "Después de eso, aparentemente el individuo se disparó a sí mismo y se mató. No estamos seguros sobre la cantidad de víctimas, podría haber tres muertos o más". Durante toda la mañana de ayer, las pantallas de los informativos de televisión mostraban a una comunidad que raramente está en las noticias. Decenas de amish se arremolinaban conmocionados en búsqueda de respuestas a lo que había sucedido. Ataviados con sus trajes de otro siglo, con costumbres ancestrales que los apartan del mundo, los helicópteros de las cadenas de televisión sacaban imágenes aéreas de la comunidad idílica en la que hasta ayer vivían en el Estado de Pensilvania, donde sus pequeñas calesas negras, tiradas por caballos, son familiares en las calles del condado de Lancaster.

Las alarmas saltaron también por la mañana en el otro extremo del país. Dos escuelas de Las Vegas (Nevada, oeste) fueron rodeadas por la policía después de que se recibieran avisos de que había un hombre armado en las cercanías, indicaron medios locales. Afortunadamente, todo quedó en nada. EE UU ha sido golpeado por la violencia de las armas de fuego tres veces en una semana.

La primera vez el 27 de septiembre, cuando un hombre tomó como rehenes a seis chicas en el instituto Platte Canyon de Bailey (Colorado) y a las que el autor de los hechos seleccionó por ser rubias. Una de ellas murió, junto con el pistolero, después de que las fuerzas de acción rápida entraran para liberarlas. El asaltante abusó sexualmente de ellas. El segundo caso se registró el viernes cuando un estudiante de 15 años mató al director de un colegio en una zona rural de Wisconsin.

Un grupo de hombres amish conversa con un agente de policía cerca de la escuela de Georgetown (Pensilvania) en la que ayer se produjo el tiroteo.
Un grupo de hombres amish conversa con un agente de policía cerca de la escuela de Georgetown (Pensilvania) en la que ayer se produjo el tiroteo.REUTERS

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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