Gafas de diseño para ver y ser vistas

En España existe una óptica por cada 5.000 habitantes. En otros países europeos, la relación es de una por 8.000. La exagerada atomización del sector augura un fuerte proceso de concentración, en el que la primera cadena, General Óptica, no descarta entrar. Pero mientras busca socios, el grupo tiene su plan para crecer, con el listón de 300 tiendas en España y la premisa de que las gafas se han convertido en todo un complemento de moda.

General Óptica ha acelerado su plan de expansión, que se apoya en las franquicias, para implantarse en las localidades de 50.000 habitantes

La última encuesta realizada por el grupo -integrado desde hace seis años en el tercer fabricante de gafas del mundo, De Rigo, que produce para Escada, Furla o Jean Paul Gaultier- ofrece algunos datos de interés sobre los hábitos de los usuarios de gafas en España. Desde el 74% de los españoles que no se gradúa la vista si no nota algún problema de visión hasta el 48% de usuarios que las renueva cada tres años o más. Sin embargo, el estudio también deja claro hasta qué punto las gafas no sólo cumplen con su función de corregir la vista. Más de un 56% de los españoles que lleva gafas asegura tener en cuenta la moda y las tendencias a la hora de elegir montura (más de la mitad de los encuestados prefiere las metálicas). Y siete de cada diez de ellos pide a una óptica que les ofrezca un buen servicio de asesoramiento estético.

General Óptica, que controla un 10% del mercado español, sigue atento a estas cifras a la hora de diseñar su plan de expansión, con la idea de bajar el ratio de renovación de gafas en España. Los servicios complementarios de asesoramiento estético -incluido un espejo virtual que permite al cliente verse con cuatro monturas distintas al mismo tiempo en la pantalla de un ordenador- y una oferta amplia en gafas de sol se suman al relanzamiento de un plan de renovación de establecimientos. "En 1997 revolucionamos el formato de las ópticas en España con tiendas abiertas y exposiciones de monturas, y ahora, en esta segunda fase, queremos convertirlas en un espacio donde comprar sea algo lúdico, donde los clientes puedan pasearse, probarse monturas y que tengan zonas de descanso", explica Jordi Fontcuberta, consejero delegado de General Óptica.

El grupo, que en 2005 facturó 144,5 millones de euros, había ido creciendo sobre la base de la apertura de tiendas propias. Pero esta filosofía cambió hace cuatro años, cuando se completó el esquema con las franquicias. Hoy, de cada 200 tiendas de la cadena, 27 son franquicias. Tradicionalmente, General Óptica sólo se había implantado en localidades de más de 50.000 habitantes. Las franquicias han ampliado el radio a localidades menos pobladas. Este año cerrará con 30 nuevas tiendas, 20 de ellas propias, un récord.

"El plan de franquicias complementa nuestro crecimiento, pero lo fundamental es diferenciarse, posicionarse en un mercado tan saturado", reflexiona Fontcuberta. Los llamados servicios de salud visual, que ofrecen información sobre la cirugía refractiva, también refuerzan la imagen de General Óptica en el mercado como de un actor alejado de quienes juegan a la guerra de precios.

Pese a todo, junto a las gafas de proveedores mayoritariamente europeos, ha desarrollado una marca propia (la Línea D) de gafas de diseño a precios asequibles, cuya fabricación se subcontrata en China y cuyo diseñador se elige a través de un concurso de jóvenes diseñadores autóctonos.