Gallardón congela los impuestos, aunque el de plusvalía subirá

Todos los impuestos municipales quedan congelados "técnicamente" el año próximo: suben sólo el IPC previsto del 2%. Las tasas -tarifas de la grúa, parquímetros, precios de los polideportivos, entradas del Teatro Español- tampoco se tocan. Hubiera sido muy impopular subir los impuestos en año electoral, pero es que además el Ayuntamiento no podía hacerlo porque el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, se había comprometido a ello y lo había puesto por escrito en el Plan Económico Financiero entregado al Ministerio de Hacienda.

Hay, sin embargo, un tributo que sí subirá, aunque no por culpa del Ayuntamiento. El impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos -conocido como impuesto de plusvalía y que grava la venta de un inmueble- se elevará notablemente, hasta el 40% en algunos casos. La Ley de Haciendas Locales, de ámbito estatal, establece que en 2007 los ayuntamientos deben eliminar la bonificación del 40% que rige desde 2002, así que quien venda una casa el año que viene, lo notará.

Según la Concejalía de Hacienda, es imposible cuantificar esa subida porque el impuesto se aplica de forma diferente en función de los años que tenga la casa y de otras consideraciones. "Es cierto que en algunos casos la subida será fuerte, pero esto no depende de nosotros; es una cuestión a escala nacional", alegó el concejal Juan Bravo. De ello se beneficiará el Ayuntamiento, que recaudará un 37% más por este tributo.

Descuentos en el IBI

Por el contrario, en el principal impuesto municipal, el de bienes inmuebles (IBI), Hacienda ha creado un descuento selectivo: las comunidades de vecinos -o viviendas unifamiliares- que instalen paneles solares en sus edificios se beneficiarán de un 25% de descuento en el recibo del IBI durante tres años si el aprovechamiento energético es sólo para uso térmico (agua y calefacción); si el panel abastece también de electricidad, el descuento será del 40% durante tres años. Los inmuebles que ya usan energía solar no se beneficiarán de esta medida.

A pesar de que los impuestos no se tocan, en el presupuesto aparece un aumento del 13% en la recaudación. Eso, según Bravo, es consecuencia de que cada vez hay más contribuyentes y 50.000 inmuebles nuevos cada año que pagan IBI.

Baja muchísimo el capítulo de "ingresos patrimoniales", que corresponde básicamente a los 750 millones que la Comunidad de Madrid se comprometió a inyectar en las arcas municipales a cambio de obtener el negocio de la red de depuración de agua de la ciudad. Esos 750 millones se distribuían en tres plazos, y el primero (en 2006) fue el mejor, pero ahora la cantidad empieza a bajar y por eso la partida cae un 62%.