La concejal tránsfuga del PP de Camas denuncia ahora que el PSOE intentó sobornarla
Larrinaga declara ante el juez un tercer supuesto intento de compra de su voto
Inmaculada Larrinaga, la concejal tránsfuga del PP de Camas, declaró ayer como testigo ante el juez que investiga el supuesto intento de soborno a la ex edil Carmen Lobo. Larrinaga implicó en el caso al ex alcalde socialista de Camas y delegado de Empleo en Sevilla, Antonio Rivas, a quien señaló como urdidor de una operación para derribar al gobierno local, presidido por Agustín Pavón (IU). Esta versión coincide con la estrategia de defensa de Pavón y de los otros concejales imputados por el soborno a Lobo (dos del PP y uno del PA). En su declaración judicial, Larrinaga dijo que Rivas intentó comprar su voto. Es el tercer intento de soborno que denuncia haber sufrido. De los otros dos se arrepintió.
Larrinaga declaró que Rivas le dijo que el PSOE se encargaría de "asegurarle la vida porque iba a ser un cadáver político" si apoyaba la moción de censura que el grupo socialista iba a presentar en enero de 2005 contra el equipo de gobierno de Camas, formado entonces por Izquierda Unida, el PP y el PA. Larrinaga manifestó, además, que Rivas conocía las investigaciones de la policía antes de que se materializara el soborno a Lobo, pagado, supuestamente, por el empresario Eusebio Gaviño.
Ante estas revelaciones, los abogados de los concejales de Camas imputados en el soborno a Lobo dijeron que estudian denunciar a Rivas por los supuestos delitos de cohecho e inducción a la comisión de un delito. "Hay una implicación plena y contundente hacia unos hechos presumiblemente delictivos", señaló José Manuel García Quílez, el letrado de Eusebio Gaviño.
Éste es el tercer supuesto intento de soborno que cuenta Larrinaga. De los otros dos se desdijo después de denunciarlos y ratificarlos ante dos magistrados de Sevilla que abrieron diligencias. Los anteriores intentos de soborno, según Larrinaga, procedían del entorno del actual equipo de gobierno del municipio.
Pese a esta nueva versión, Larrinaga dijo tras su declaración judicial: "Siempre he estado tranquila porque siempre he dicho sentimentalmente las cosas como han sucedido". Y añadió: "Si naciera otra vez no sería candidata. Estoy muy desengañada de la política".
Tras Larrinaga, declaró como testigo Rivas, quien evitó polemizar a fondo con Larrinaga: "Ahora dice que yo soy el malo. Antes eran otros. Ahora yo le he causado todos sus males y sus daños".
En su declaración, Larrinaga quiso trasladar la idea de que Rivas conocía la investigación policial sobre el soborno a Lobo. En este sentido, sostuvo que Rivas le dijo que algunos concejales y el alcalde iban a ser detenidos y que los teléfonos estaban pinchados.
Pedro Pérez Montero, el abogado de Antonio Enrique Fraile, ex concejal del PP e imputado por el soborno a Lobo, contó a los periodistas que Rivas llevó a Larrinaga a la Delegación del Gobierno en Andalucía antes de que la conejal presentara denuncia por uno de los supuestos intentos de soborno que había sufrido. Un extremo que no se recoge en el acta que refleja la declaración judicial de la concejal.
Los abogados de los imputados le pidieron al magistrado que tomara declaración a Rivas como imputado, tras escuchar el testimonio de Larrinaga. El juez, Carlos Mahón, no lo consideró procedente. Eso sí, planteó la posibilidad a Rivas, quien prefirió responder como testigo, con la obligación de decir toda la verdad.
Por su parte, Manuel Macías, propietario de la constructora Geconsa, consideró "fortuito" que el nombre de su sociedad haya aparecido en esta causa. El sobre en el que Gaviño le entregó 12.000 euros a Lobo como adelanto de los supuestos seis millones de euros que le había prometido si votaba diferentes operaciones urbanísticas llevaba el membrete de Geconsa.
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