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Una edil con muchas ofertas

Con el de ayer, Inmaculada Larrinaga ya ha denunciado tres intentos de soborno, aunque de los dos primeros se ha desdicho. En un juicio de faltas al que acudió como testigo, aseguró que en una reunión, Agustín Pavón, alcalde de Camas y los concejales Antonio Enrique Fraile, José del Castillo y Juan José Jurado le ofrecieron un trabajo para su marido y "todo el poder del mundo" si retiraba su apoyo a la moción de censura que el PSOE presentó en enero de 2005. Larrinaga dijo que Del Castillo le advirtió de que "correría la sangre" si apoyaba esa moción.

Ante esas manifestaciones, el fiscal solicitó que se dedujera testimonio y un juez abrió diligencias. Larrinaga ratificó sus palabras ante el magistrado, pero a los pocos meses cambió de abogado y se desistió. Manifestó que no recordaba bien las cosas, que ya no era capaz de especificar quién le había hecho la oferta. Ante la imposibilidad de determinar quién ofreció el soborno, el magistrado archivó la causa.

El segundo intento de soborno que relató la conejal tránsfuga siguió el mismo camino. En este caso acudió al juzgado de guardia a presentar una denuncia contra el empresario imputado en el caso Camas, Eusebio Gaviño. Cuando la foto de Gaviño apareció en los periódicos tras su detención por el supuesto intento de soborno a Carmen Lobo, Larrinaga dijo que el empresario había intentado comprarla para que se ausentara del pleno en el que se iban a aprobar los presupuestos de 2005 del municipio. Con su ausencia el equipo de gobierno tenía mayoría.

La tránsfuga señaló que Gaviño acudió a su casa una noche presentándose como Emilio Romero. Aseguró que le ofreció "el paraíso" si no iba al pleno municipal. Entre otras cosas, denunció que Gaviño le prometió el "mejor yate, el chalet que deseara y la mejor educación para su hija". Contó que ella se negó a aceptar la propuesta y que Gaviño insistió en dejarle sus números de teléfono por si cambiaba de opinión.

Larrinaga ratificó esta denuncia ante una juez, pero más tarde se desistió. Presentó un escrito y dijo que no estaba segura de que Gaviño fuera Emilio Romero. La magistrada archivó las diligencias. Ayer ante el juez Carlos Mahón señaló que "no sabe" si podría identificar a Gaviño como Emilio Romero.

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