_
_
_
_
Reportaje:

Malchas, el señor de los restaurantes

El empresario Tetruashvili, al que la policía vincula con la mafia rusa, regenta un tercio de los locales de la Rambla de Barcelona

"Los rusos lo están comprando todo por aquí". Este "aquí" se refiere a la Rambla, centro neurálgico del turismo en Barcelona, donde tomarse una caña de cerveza puede salir por la friolera de seis euros. A la meteórica expansión de algunos empresarios de la antigua Unión Soviética se le atribuye una vinculación, real o ficticia, con la mafia rusa. La historia de Malchas Tetruashvili, Micky, no escapa a esta leyenda. En 17 años se ha convertido en el principal restaurador de este eje comercial y turístico de la capital catalana. Explota 16 restaurantes, entre ellos la cadena de franquicias de comida rápida asiática, Pita Inn, con locales en Madrid, Tenerife, Alicante y Pamplona. Una fulgurante carrera que la policía no cree libre de delito. Tetruashvili fue detenido en junio de 2005, dentro de la llamada Operación Avispa contra la mafia rusa, acusado de ser la mano derecha de Tariel Oniani, el jefe de esta organización, según la policía.

Más información
"No hay un solo indicio contra mi cliente"

Veinte años en Cataluña han bastado a Tetruashvili, de 47 años, para incorporar a su agenda de contactos a un buen número de personas influyentes de la sociedad catalana. Su actividad económica le ha permitido entablar esa relación. Ya en 2000, vendió dos céntricos inmuebles a la esposa de un ex dirigente del PP y un tercero al sobrino de un editor de prensa.

Tetruashvili contactó con la consultora de Antoni Fernández Teixidó, diputado y ex consejero de Trabajo de CiU y ahora nuevamente candidato a la reelección, para que le diseñase un plan de negocio, que nunca llegó a ejecutarse. Por ese asesoramiento, Teixidó percibió 8.300 euros mensuales más un porcentaje en beneficios de las sociedades, partida esta última que -según el político nacionalista- nunca llegó a hacerse efectiva. Al trascender la segunda detención de Malchas, el diputado convergente asegura que cortó "rotunda y definitivamente" toda colaboración con su hasta entonces cliente. La primera detención fue en 2002 y Teixidó ya tenía relación con Tetruashvili al menos desde 2001. El diputado de CiU no ha sido llamado a declarar en ningún momento de la investigación ni aparece citado en el sumario. "Fui tan cuidadoso que, cuando tuve la primera percepción, punto y final y para siempre", ha manifestado.

Hasta ahí la historia reciente de Malchas, que con nacionalidad israelí desde los 14 años -se trasladó con sus padres a Israel desde la soviética Georgia-, goza de buena consideración entre la comunidad sefardí de Barcelona, por sus contribuciones filantrópicas. Él y su esposa solicitaron en 2004 la nacionalidad española. Casado y con tres hijos nacidos en España, su primer domicilio fue en la localidad de Platja d'Aro, en la Costa Brava. Desde entonces, se le conocen tres residencias en la capital catalana, a veces simultáneas, en el selecto distrito de Sarrià-Sant Gervasi.

En el Registro Mercantil aparecen hasta 17 sociedades con su nombre. A través del Grupo A.M.T., que ha llegado a contar con 356 trabajadores. En el registro de su casa -una mansión con piscina en la calle Ferran Agulló, en la zona alta de Barcelona-, la policía halló 67.000 euros, parte de ellos envueltos en papel de aluminio; todo tipo de joyas y relojes de oro, ropa de alta costura, complementos de diseño, billetes de avión. En el garaje, tres lujosos Mercedes.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_