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Reportaje:

Desayunos con buen gusto

Una empresa de Granada, creada con ayudas del IAM, vende sus propias marcas de café y té

Reyes Rincón

El Antiguo Tostadero es una de esas tiendas a la que es mejor no entrar con hambre si no queremos salir cargados de bolsas. Aunque incluso con el estómago lleno, resistirse a su nutrida selección de chocolates y mermeladas, entre otras exquisiteces, parece una tarea imposible. Eso sí, es más que recomendable una visita si buscamos un regalo para un amante del café o el té o, simplemente, queremos darle un sabor distinto a nuestro desayuno. La marca de la casa incluye nueve especialidades propias de café, más otras muchas de importación.

Elisa y Rosa Carmona, hermanas y socias de este negocio, vivieron desde niñas la relación con el mundo del café. Su padre regenta un tostadero en Motril (Granada) desde hace más de 30 años. Ellas querían independizarse, aprovechando todo lo que habían visto y olido desde la infancia y así, hace ocho años, decidieron montar su primera tienda en Granada (calle San Antón, 48).

Para poner en marcha su empresa acudieron a pedir ayuda al Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), donde se sumaron al programa Vivem, destinado a apoyar la creación y consolidación de empresas lideradas por mujeres. "Al principio, nos costó mucho porque hay demasiada burocracia. Allí nos dieron un curso que sirvió para elaborar un plan financiero, abrirnos los ojos y para saber que los comienzos no iban a ser fáciles", explica Rosa.

Tenían claro que querían una tienda con personalidad y lo consiguieron, aunque tuvieron que romper prejuicios. "La gente era reacia a este tipo de negocio porque no lo conocían. Pero, poco a poco, fuimos haciendo clientela", dicen. Hoy ya tienen dos tiendas en la capital, otras dos en Motril, una en Jaén y otra en Ronda (Málaga).

Las estanterías de sus establecimientos ofrecen decenas de tipos de cafés con y sin cafeína; tés españoles y de importación, algunos con sabores tan sugerentes como el champán con fresas o caramelo con pasas; una gran variedad de mermeladas (de los sabores tradicionales a otros más novedosos, como la mandarina o el kiwi con fresas) y un amplio surtido de chocolates artesanales, en su mayoría, de empresas andaluzas. "Buscamos productos que vengan de una filosofía de empresa como la nuestra, que busquen la calidad. Nunca encontrarás en nuestra tienda las marcas muy comerciales", explica Rosa.

Las hermanas y socias han desarrollado también su propia marca de infusiones con mezclas propias que se salen de las que se encuentran habitualmente en el mercado. "Éste es un país con una cultura muy cafetera, pero están subiendo mucho las infusiones", dice la propietaria. Además, en sus tiendas se pueden comprar también cafeteras, teteras, tazas y hasta servilletas de originales diseños.

No hay un perfil único que defina a sus clientes. Desde vecinos del barrio que han cambiado el café de las marcas comerciales por el de ellas y se lo llevan a casa recién molido, a turistas que pasan por la puerta y sucumben al olor que desprende el establecimiento nada más asomarse a la tienda.

"Nuestro principal logro es que el ama de casa venga con el carro del supermercado y compre el café aquí", explica Rosa. "Desde fuera puede parecer que lo que se vende es para gourmets, pero en cuanto entras te das cuenta de que no. Un cuarto de café vale de media 2,55 euros, casi lo mismo que cualquier otro. Te cuesta muy poco más y te lo llevas recién tostado y recién molido. Es especial, pero no es gourmet".

Entre sus clientes, también abundan los jóvenes, que, según Rosa, "al contrario de lo que se cree, valoran muchísimo la calidad de los productos". También los trabajadores de las oficinas de la zona, que pueden comprar el café o el té recién hecho y llevárselo al trabajo en unos vasos especiales. Como los norteamericanos, pero con café casero. Para los que prefieran bebérselo allí, los establecimientos cuentan con una zona de degustación donde se pueden probar todas sus especialidades.

Lo difícil es consolidarse

El Antiguo Tostadero es uno de los proyectos estandarte del programa Vivem, puesto en marcha hace una década por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), para ayudar a la creación y la consolidación de empresas creadas por mujeres. El primer objetivo, es relativamente fácil, pero el segundo, el de que el negocio perviva con los años, es el gran reto.

Aun así, la estadística recoge que entre el 75% y el 80% de los negocios que se crean en este programa consiguen sobrevivir. Hasta el pasado 31 de diciembre, con Vivem se habían puesto en marcha 2.540 empresas en toda la comunidad, a las que hay que sumar las creadas en 2006.

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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