Turquía recibe con alivio el archivo del juicio a una popular escritora
Safak fue acusada de antiturca por la frase de un personaje de ficción
La exculpación de la popular escritora turca Elif Shafak marcó ayer un hito en el avance de la libertad de expresión en su país. Acusada de "atentar contra la identidad nacional turca" porque un personaje de su última novela se refería al genocidio armenio, se enfrentaba a una condena de cárcel. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, celebró la decisión y anunció una reforma legal para acabar con estos procesos.
Elif Shafak ha sido juzgada por las opiniones que vierten algunos de los personajes de su última novela El padre y el bastardo. El artículo 301 del Código Penal es drástico y vela para que la identidad de Turquía no sea cuestionada. Cualquier comentario que pueda manchar la historia del país desencadena una implacable maquinaria legal. Basta una denuncia, generalmente de grupos de la extrema derecha nacionalista, para que la citación penal sea automática y el proceso se desencadene.
Orhan Pamuk, acaso el más célebre de los escritores turcos actuales, fue juzgado en diciembre por unos comentarios que hizo en una entrevista a un periódico suizo, en los que aseguraba que un millón de armenios habían muerto a manos turcas a principios de siglo, en la represión desatada bajo el Imperio Otomano contra las minorías que apoyaron a sus enemigos durante la I Guerra Mundial, y que también habían caído más de 35.00 kurdos. Pamuk fue citado y compareció ante un tribunal de Estambul, donde fue amenazado, abucheado y zarandeado por una turba de ultranacionalistas.
La asociación turca Iniciativa por la Libertad de Expresión tiene registrados cerca de 200 casos de intelectuales, escritores y peridistas turcos procesados por sus opiniones. Ahora le ha tocado a Elif Shafak, y su caso es todavía más sangrante: en su novela, uno de los personajes considera que la masacre de los armenios al final del Imperio Otomano fue un genocidio. El personaje que así se expresa coincide con una opinión que sostienen muchos historiadores internacionales a propósito de la matanza, pero sobre todo es un personaje de ficción y es armenio.
Los cargos contra la escritora proceden de la Gran Unión de Juristas, un grupo ultranacionalista liderado por Kemal Kerincsiz. Elif Shafak recibió la citación para presentarse ayer en el juzgado cuando estaba embarazada. Pero el sábado dio a luz a su primera hija en un hospital de Estambul y se libró de tener que escuchar los gritos de varias decenas de ultras intransigentes que la aguardaban ante el tribunal del distrito de Beyoglu, el más cosmopolita de Estambul. En apenas 20 minutos de vista judicial, el tribunal dictaminó que no había pruebas suficientes como para encausar a la novelista. En el exterior, más de dos centenares de policías se interponían entre los manifestantes de ultraderecha y los intelectuales turcos que habían acudido a expresar su apoyo a Shafak.
"Estoy muy contenta por la resolución judicial", declaró la novelista al canal de televisión NTV. "No he querido insultar a nadie; al contrario, he intentado abrir un camino hacia el acercamiento de los pueblos turco y armenio". La escritora denunció, sin embargo, la emergencia en Turquía de una "cultura del linchamiento" en Turquía contra las opiniones disidentes. "Me inquieta que muchos crean que quienes no piensan igual están cooperando con nuestros enemigos", aseguró Shafak.
Tras conocer el fallo, el primer ministro Erdogan aseguró: "Estoy satisfecho por la decisión tomada. Su novela no alberga sus ideas personales, sino sólo lo dicho por un personaje", dijo el gobernante turco, quien precisó que había llamado a la escritora y la había felicitado por el hijo que acababa de dar a luz. Erdogan anunció que el Gobierno y la oposición van a "dar algunos pasos hacia un acuerdo para una reforma legal", en relación con el polémico artículo 301 del Código Penal turco. La UE ya ha advertido al Gobierno de Ankara de que si no elimina ese polémico artículo recibirá un informe negativo en sus negociaciones de adhesión el próximo noviembre.
Memorias de Sefarad
Nacida en Estrasburgo hace 35 años, Elif Shatak pasó su adolescencia en España -en su segunda novela, The mirrors of the city (Los espejos de la ciudad), cuenta la historia de un joven judío sefardí que se ve obligado a abandonar España y se traslada al Imperio Otomano- antes de instalarse definitivamente en Turquía. Estudió Ciencias Sociales, se ocupó de temas relacionados con el mundo de la mujer, trató del pensamiento político occidental, después de haber vivido en Europa y Estados Unidos, y también de lo que se cuece en Oriente Próximo, tras haber pasado varios años en Jordania. Columnista popular en Turquía, Shafak ha escrito sobre la relación entre Oriente y Occidente, el islam y la modernidad, el misticismo -por ejemplo, sobre los derviches-, y sus novelas han sido editadas en países de habla inglesa. Es profesora en la Universidad de Arizona (EE UU).
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