El Gobierno dice que se mantiene la hoja de ruta del proceso de paz

El Gobierno considera que la hoja de ruta del proceso de fin de la violencia de ETA se mantiene, cuando se cumplen hoy los seis meses del anuncio del alto el fuego permanente de la banda. La fecha, sin embargo, coincide con un momento delicado del proceso. Ayer mismo, portavoces de Batasuna denunciaron en Bayona (Francia) que el proceso de paz "está en crisis" y advirtieron de que "si no se avanza, la situación será irreversible".

Desde el Ejecutivo, por el contrario, se ponía el acento en la frase pronunciada por su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, con la que definió el proceso hace un año, en una intervención en Nueva York, antes de declararse el alto el fuego de ETA, como "largo, duro y difícil". El Gobierno admite que el proceso "pasa por dificultades, algo que entraba dentro de las previsiones", pero se niega, al menos por el momento, a la posibilidad de considerar que vaya a tener marcha atrás.

Las dificultades radican, sobre todo, en el rebrote de la kale borroka (violencia callejera), muy vinculada a las protestas en apoyo a la huelga de hambre que mantiene el preso de ETA Iñaki De Juana Chaos, en protesta por la prolongación de su condena. El reo está siendo alimentado por la fuerza, por orden judicial. El Gobierno y el PSOE han sido tajantes sobre este desafío, al señalar que "la kale borroka es incompatible con el proceso de paz". Recuerdan que ETA, en su declaración de alto el fuego permanente, anunció el cese de todo tipo de violencia.

Otra dificultad procede, en este momento, de las exigencias de Batasuna de constituir la mesa de partidos con celeridad. "El proceso de paz no es sólo la tregua declarada por ETA, sino que es también un proceso político, que está en crisis", señalaron ayer los portavoces de Batasuna en Bayona. Resaltaron que, alcanzados los seis meses del alto el fuego, "la mesa de partidos sigue sin ponerse en marcha, mientras que en el caso norirlandés se activó en las semanas siguientes de la tregua del IRA".

Pese a sus denuncias, los portavoces de Batasuna mostraron, a su vez, su voluntad de que el proceso se desbloquee.

El Gobierno rehuyó responder a estas declaraciones o a rumores alarmistas. Esa actitud mantuvo el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, preguntado por los periodistas acerca de la situación. "No caben las prisas ni la fijación de plazos. La cautela, la prudencia, el sosiego y la discreción deben ser elementos esenciales en la actitud del Gobierno", señalaron fuentes gubernamentales.

En todo caso, el Gobierno mantiene todas sus expectativas y su calendario, entre ellas, que, a finales de mes el ministro del Interior informará a todos los grupos políticos del Congreso sobre la marcha del proceso.

Ayer, en línea con esta orientación, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, aseguró, en unas declaraciones a RNE, sentirse "optimista" sobre el proceso de fin de la violencia de ETA. "Todavía hay margen para la negociación y el acuerdo, respetando las reglas de juego y son pagar ningún precio político".