La revista 'El Fingidor' reflexiona sobre el 'Quijote' y se detiene en la poesía de Guillermo Carnero

El Fingidor, una de las revistas literarias con mayor trayectoria en la cultura granadina, ha presentado su número 25, protagonizado por una entrevista al poeta Guillermo Carnero, una reflexión filosófica sobre el Quijote, un ensayo del catedrático de literatura española Juan Carlos Rodríguez y artículos de autores como Fidel Villar Ribot, Álvaro Salvador, Alejandro Víctor García o José Antonio Fortes.

Durante la entrevista, a modo de tertulia literaria, realizada por Fidel Villar, el poeta Guillermo Carnero asegura que el lenguaje no está primordialmente concebido para formular la fusión de la emoción y el pensamiento en que consiste "el ser auténtico de la conciencia: la poesía lo intenta por el filo de la navaja de la trasgresión de las reglas de la expresión habitual, y sobre el abismo de la incomunicación".

El Fingidor rinde homenaje al poeta y pintor andaluz Joaquín Lobato, nacido en Vélez-Málaga en 1943. El escritor granadino Álvaro Salvador, dedica un artículo titulado Ausencia de Joaquín al artista andaluz, a quien recuerda desde los años en los que éste llegó a Granada. También Alejandro Víctor García dedica unas palabras a un autor que atesora una obra "dichosa y audaz, ingenua y atrevida".

Como monográfico, El Fingidor ofrece en este número un título llamado Las ínsulas del olvido, en el que diversos autores se expresan sobre el reto de la diversidad en la sociedad actual. Por último, el número trimestral concluye con un grupo de artículos que muestran la opinión de distintos filósofos sobre el Quijote, desde puntos de vista tan dispares como las relaciones entre la fantasía y la realidad o lo que algunos filósofos debieron de aprender y no lo hicieron del libro de Miguel de Cervantes. "Intentar reducir la literatura a ideas fijas, objetivadas, o, al contrario, reducir lo filosófico a lo literario, es no entender lo productivo de una correcta relación entre ambas. Aquello del Quijote que tanto llama la atención a los filósofos, se vuelve inerte cuando intentan digerirlo con sus conceptos, cuando lo arrancan de su concepto fáctico", señala Óscar Barroso Fernández.