Alfredo y 29 vidas más
SUSANA HIDALGO | Madrid
Si uno pudiera elegir cómo morir, Alfredo García, de 54 años, recomienda, sin dudarlo, la muerte súbita. Lo tiene tan claro porque el año pasado estuvo a punto de perder la vida así, de golpe y sin sufrir. Su corazón se paró. Él sintió sólo la dulzura de un sueño repentino, que pudo ser eterno si no fuera por un hombre de amarillo. Un médico del Samur.