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Marruecos cambia de destino al 10% de los funcionarios de Interior

El jefe de la seguridad de los palacios reales ingresa en prisión junto con otros policías

Un puñado ha sido llevado ante los tribunales y varios miles cambian de destino. El Ministerio de Interior marroquí continúa la purga iniciada a finales de agosto, tras la detención de un importante narcotraficante, Mohamed el Kharraz, que reveló durante los interrogatorios las complicidades de policías, gendarmes y otros funcionarios. Un alambicado comunicado de Interior anunció, el lunes por la noche, que el 10% de los "agentes de autoridad" están siendo trasladados a otros destinos. Los agentes a los que se refiere no son policías uniformados sino miles de funcionarios desplegados sobre el terreno en ciudades, barrios, manzanas y pueblos para controlar a la población.

"En el marco de la operación de moralización de la Administración (...)", señala el penúltimo párrafo del comunicado, "una comisión especializada ha examinado los casos de algunos agentes que (...) han faltado a su deber profesional". "Estos últimos han sido objeto de medidas disciplinarias", concluye sin precisar cuantos han sido sancionados.

La semana pasada 17 oficiales de la gendarmería, de la policía y funcionarios de Interior fueron apartados de sus cargos y puestos a disposición judicial. La mayoría ya han ingresado en prisión incluido Abdelaziz Izzou, ex jefe policial de Tánger nombrado director de la seguridad de los palacios reales.

Izzou debía, en buena medida, su carrera al general Hamidu Laanigro, que ascendió en 2003 a director general de la Seguridad Nacional. Laanigri no está siendo investigado por narcotráfico, pero la protección que brindó a Izzou ha provocado su destitución hace una semana. Fue nombrado inspector general de las Fuerzas Auxiliares, un cargo de nueva creación, pero vacío de contenido.

El papel del rey

El rey Mohamed VI ha tomado las riendas de esta purga a juzgar por la información facilitada por la agencia oficial MAP. El soberano ordenó que los 17 sospechosos, la mayoría destinados en Tánger y sus alrededores, fuesen apartados de sus cargos nada más iniciar la investigación.

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Después de Tánger, las pesquisas de la policía judicial se extienden ahora a Tetuán. "En total un centenar de agentes de las fuerzas de seguridad (policías, servicios de espionaje y gendarmería) están, aparentemente, implicados en este grave asunto de tráfico internacional de droga", asegura el diario L'Economiste de Casablanca.

El 27% de la superficie agrícola del Rif está dedicada al cultivo del hachís, según la ONU. Su tráfico genera un volumen de negocios de 12.000 millones de dólares anuales de los que un tercio se quedan en manos de narcos marroquíes.

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