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Barcelona traspasará el hospital del Mar y el de la Esperança a la Generalitat

El consistorio dejará de tener competencias sanitarias, como establece la Carta Municipal

El Ayuntamiento de Barcelona traspasará a la Generalitat los centros sanitarios que gestiona a través del Instituto Municipal de Asistencia Sanitaria (IMAS), entre los que destacan el hospital del Mar, el de la Esperança y el centro sociosanitario Fórum. Así lo establece el acuerdo que Joan Clos dejó prácticamente cerrado con el Departamento de Salud antes de dejar la alcaldía para incorporarse a su nuevo puesto como ministro de Industria. En un plazo de cuatro años, el consistorio dejará de aportar los 12 millones de euros que actualmente destina al IMAS.

Barcelona es la única gran ciudad española que sufraga servicios sanitarios, una competencia que, según establece la Carta Municipal, es "impropia" del consistorio, ya que corresponde al Gobierno catalán.

Según el director del Servicio Catalán de la Salud, Carles Manté, existe ya un "acuerdo político, aunque no formal", para que a finales de año la Generalitat tome las riendas de los distintos centros del IMAS, que dan servicio a unas 350.000 personas (el hospital del Mar, el de la Esperança, el sociosanitario Fórum, el centro Perecamps de atención urgente y el Instituto Municipal de Investigación Médica). El presupuesto global para el funcionamiento de estos centros es de unos 200 millones de euros anuales, que aporta mayoritariamente el Servicio Catalán de la Salud (en un 95%), ya que el grueso de la actividad es concertada.

El acuerdo al que han llegado la consejera de Salud, Marina Geli; el ex alcalde Joan Clos, y el presidente del IMAS, José Cuervo, establece que en un plazo de cuatro años el consistorio dejará de aportar los 12 millones de euros que anualmente destina a sufragar la actividad de los centros del IMAS. El Ayuntamiento, sin embargo, no se ahorrará este montante anual, ya que se ha comprometido a seguir desembolsándolo para destinarlo a fines sociales, preferentemente a la atención a la tercera edad.

Manté explicó que uno de los flecos de la negociación que quedan pendientes es el traspaso de los edificios que albergan los servicios del IMAS, cuyo valor fijará una auditoría. Estos inmuebles pasarán seguramente a formar parte del patrimonio de la Generalitat. Ésta asumirá en exclusiva la gestión de todos estos centros. En la actualidad, el Gobierno catalán tiene una representación del 40% en los órganos de gobierno del IMAS, frente al 60% del Ayuntamiento.

Un hospital que crece

La sintonía que existe entre el Ayuntamiento y la Generalitat ha facilitado un acuerdo del que se beneficiará principalmente, y de forma inmediata, el hospital del Mar, el buque insignia del IMAS. La consejera Marina Geli y el nuevo alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, tienen previsto presentar hoy un ambicioso proyecto de ampliación de un hospital que ha quedado obsoleto ante la creciente demanda asistencial y los cambios demográficos de los últimos años por la llegada de inmigrantes y el envejecimiento de la población. Una primera inyección de 42 millones de euros que aportará la Generalitat permitirá ampliar y modenizar los servicios de urgencias, ginecología y obstetricia, pediatría, radiología, geriatría y rehabilitación, entre otros. Al finalizar las obras, prácticamente se habrá duplicado la capacidad de las instalaciones hospitalarias.

El futuro del hospital de la Esperança, en cambio, pasa por la especialización en dos áreas concretas: la quirúrgica, principalmente oftalmológica, y la traumatología.

Generalitat y Ayuntameinto no han decidido todavía cómo afectará el traspaso de los centros del IMAS al personal que trabaja en ellos (unos 2.300 profesionales). Entre ellos figuran los investigadores del Instituto de Investigaciones Médicas (IMIM), vinculado al hospital del Mar y al Parque de Investigación Biomédica, inaugurado el pasado mayo.

El acuerdo para asumir los centros sanitarios del IMAS representa para la Generalitat el último paso para convertirse en autoridad sanitaria única en el área de Barcelona. El penúltimo paso ya lo dio antes del verano al pactar con el Gobierno central la cesión del hospital Clínico, el último centro hospitalario que seguía en manos del Estado tras 25 años de competencias sanitarias transferidas a Cataluña. Carles Manté destaca que todos los hospitales serán ahora "públicos y de la Generalitat", a excepción del de Sant Pau, que seguirá siendo una fundación benéfica, "aunque con una amplísima participación" del Gobierno catalán.

"Este nuevo panorama nos permitirá una mayor eficacia en la coordinación de todos los recursos sanitarios y planificar el terciarismo , de manera que no haya duplicidades", señala Manté.

El director del Servicio Catalán de la Salud sostiene que un eventual cambio de color político en el Gobierno de la Generalitat tras las próximas elecciones autonómicas no pondrá en peligro el traspaso del IMAS, ya que el acuerdo, asegura, cuenta con el apoyo de todas las fuerzas políticas.

El Hospital del Mar al fondo de la imagen.
El Hospital del Mar al fondo de la imagen.JORDI BARRERAS

La Diputación cede Torribera

En los últimos meses, la Generalitat no ha negociado sólo con el Ayuntamiento de Barcelona para que le traspase los recursos sanitarios del IMAS y con el Gobierno central para que le ceda el hospital Clínico.

También ha entablado negociaciones con la Diputación de Barcelona para que le transfiera los recursos de salud mental que gestiona esta institución provincial: los centros asistenciales Doctor Emili Mira, ubicados en el recinto Torribera, en Santa Coloma de Gramenet.

Según el director del Servicio Catalán de la Salud, Carles Manté, las negociaciones han dado ya sus frutos y existe "acuerdo político" para que en un periodo de cuatro años la Diputación deje de aportar el presupuesto que anualmente destina al funcionamiento de los centros Emili Mira, que integran un hospital de agudos y subagudos, plazas de larga estancia, hospital de día, urgencias y atención domiciliaria. La Generalitat asumirá la gestión y la financiación de estos servicios psiquiátricos. El coste de la operación no se ha concretado aún porque el recinto Torribera incluye otros usos públicos cuyo destino deberá negociarse.

La de Barcelona es la única Diputación provincial que no había transferido los servicios de salud mental a la Generalitat. A lo largo de los 23 años en que CiU gobernó la Generalitat, las diputaciones de Girona, Tarragona y Lleida, en manos de la misma fuerza política, cedieron sus recursos psiquiátricos.

La Diputación de Barcelona, dirigida por el PSC, no logró nunca un acuerdo económico con la Generalitat y optó por acurdir a los tribunales, que finalmente han dictaminado que los servicios de salud mental son "impropios" de la Diputación y deben ser asumidos por la Generalitat, incluida su financiación, ya que es la institución que tiene competencias en la materia.

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