Insegura y de costes incalculables
"La energía nuclear es insegura y sus costes son incalculables porque nadie puede saber cuánto costará tratar los residuos durante decenas de miles de años", argumenta el responsable de Energía de Ecologistas en Acción, Ladislao Martínez.
- Estabilidad. Los antinucleares niegan que sea una energía mucho más fiable que las renovables. Como prueba, muestran que la central de Vandellòs II estuvo parada durante más de seis meses en 2005, cuando la demanda eléctrica estaba disparada, por problemas de seguridad. En julio pasado la central de Garoña tuvo que parar por el bajo caudal y la elevada temperatura del agua del Ebro, que refrigera la planta.
- Seguridad. Un accidente en una central nuclear sería catastrófico, aunque el único realmente grave ocurrió en Chernóbil, con una tecnología obsoleta, una gestión nefasta y sin la protección adecuada. Un argumento en contra es que un ataque terrorista contra una planta nuclear sí que sería dramático.
- Costes. "Las cuentas de los pro nucleares no salen porque hay muchas incertidumbres", sostiene Martínez. Y añade que la central de Trillo se autorizó en 1972 y se puso en marcha en 1987. "Los costes y los plazos de construcción son enormes, mucho mayores que las centrales de gas", sostiene. Los detractores explican que en España el debate es un tanto artificial puesto que si fuera tan rentable, las eléctricas ya se habrían lanzado a construir nuevas centrales o por lo menos a pedir permiso. "Si no lo han hecho, es porque es más barato hacer plantas de gas", afirma Martínez.
- Residuos sin solución. Los residuos son el argumento incontestable de los anti nucleares. Ningún país tiene resuelto el problema de los desechos atómicos, que son activos durante decenas de miles de años. El almacén temporal que quiere construir el Gobierno español está diseñado para 70 años, con la esperanza de que entonces habrá alguna solución tecnológica que permita reducir la radiactividad. Si no, será imposible saber cuánto cuesta la energía nuclear.
- Armas nucleares. Otro argumento en contra de la energía nuclear es el riesgo de proliferación de bombas sucias con elementos radiactivos si no se controla el combustible.
- Precio al alza. El combustible de las centrales, el uranio, es abundante. Sin embargo, el coste está en el tratamiento para convertirlo en útil para las centrales, algo que realizan muy pocos países, según Martínez: "Eso significa que al aumentar la construcción de centrales nucleares, aumentará el precio. Además el uranio será cada vez de peor calidad y enriquecerlo será más caro".
Los ecologistas insisten en que el mejor kilowatio es el que se ahorra y en que el único futuro para el dilema energético mundial son las energías renovables.
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