Alianza de valores

En el reciente homenaje que sus amigos le han rendido en Marraquech a Juan Goytisolo, el escritor dejó deslizarse una frase aparentemente anodina pero llena de carga conceptual: él prefiere la expresión "alianza de valores" a la de "alianza de civilizaciones". Demos gracias a que aún resuene alguna voz lúcida de intelectual independiente que ayude a corregir la perspectiva.

Además del 11-S y el 11-M, hay muchos más 11 y guerras en Irak, Palestina, Líbano, Somalia, y nuevos fantasmas que empujan al renacer de nuevos fundamentalismos en América del Norte, en Europa, en Japón... El fundamentalismo no se limita a una sola área geopolítica ni a una sola civilización. Creo que la "alianza de civilizaciones", al enfatizar en la civilización islámica (o arabo-musulmana, concepto éste a definir), fue una respuesta "política" que acuñó un "concepto" de inmediatez consensual ante gravísimos hechos terroristas pero que se encorsetó a sí misma.

¿Cómo aplicar ese concepto hoy limitado al mundo de culturas islámicas -y así lo entiende la ciudadanía-, a situaciones tan graves como la emigración internacional en España, en Estados Unidos, en Italia, en Alemania, en Francia, o las migraciones internas (Brasil, como ejemplo), o los enfrentamientos y las incomprensiones al interior de países multiculturales (Nigeria, Sudán, Filipinas, Turquía, Rusia...).

¿Por qué no enmendar el enfoque de la "alianza de civilizaciones", ampliándola a la conflictividad plural del planeta, sin señalar explícitamente a la civilización islámica como "los únicos malos de la película"? ¿Por qué no sustentarla en la interconexión de dos instrumentos internacionales vigentes, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como la Declaración de los Derechos de los Pueblos? Me atrevería a proponer que, aun manteniendo la terminología ya acuñada de "alianza de civilizaciones" (sin duda, de difícil disección), se le añadiese, como subtítulo, "Por una alianza de los valores". Esta matización haría más explícito el reconocimiento de los "valores del otro" al mismo nivel que los "nuestros".