El Foro por la Memoria Histórica rastrea vestigios del franquismo en Sevilla
Grupos de trabajo buscan fosas comunes y se encargan de la "caza del monumento fascista"
El Foro por la Memoria Histórica de Sevilla rastrea desde la pasada primavera los vestigios del régimen franquista que aún son visibles en monumentos y plazas de la ciudad, en los nombres de sus calles e, incluso, en la denominación de algunas cofradías. El pleno del Consistorio aprobó en abril la retirada de las referencias franquistas que perviven en la capital y el inicio de un proceso para renombrar calles y plazas que siguen haciendo alusión a la dictadura.
El proceso no va a ser corto, todavía no ha sido eliminado ninguno de estos recuerdos, negros para muchos, y de muestra sirven algunos botones: la entrada del Museo Arqueológico de Sevilla recuerda a los "Felice Hispaniae in Pace Rectore Francisco Franco" y la fachada de la Basílica de la Macarena está adornada con una placa en la que se leen los nombres del dictador y del general Gonzalo Queipo de Llano, que yace allí enterrado.
El Instituto San Isidoro, uno de los más céntricos de la ciudad; el centro de educación especial Virgen de la Esperanza, el Museo de Bellas Artes, el centro deportivo Piscinas Sevilla o la Facultad de Ciencias muestran también en sus fachadas saludos al régimen y a su dictador.
El secretario del Foro por la Memoria Histórica, Daniel Sánchez, afirmó que la entidad se ha repartido en cuatro grupos de trabajo que analizan el archivo histórico de la ciudad, buscan las fosas comunes ocultas en la capital y en la provincia, toman testimonios de familiares de víctimas y se encargan de la llamada "caza del monumento fascista".
La retirada de estas placas e hitos de la ciudad se propondrá a través de los representantes de Izquierda Unida en los plenos de los 11 distritos que componen Sevilla, a los que se llevarán también nuevas denominaciones para calles como General García Herranz, en el Distrito Sur; Alvar Negro y Feliciano Enríquez en, Bellavista; y Carrero Blanco, en Los Remedios. "La gente está poco a poco dándose cuenta de que quedan vestigios de la dictadura y de que no se trata de reabrir heridas, sino de hablar sobre algo", aseguró Daniel Sánchez.
