La salida de un nuevo semanario para competir con 'Expresso' agita el mercado periodístico portugués

Una gran agitación preside el mercado de los semanarios de información general en Portugal. O Independente salió a la calle por última vez el viernes pasado después de 18 años en los kioskos. Expresso estrena este fin de semana nuevo grafismo, nuevo formato (el tabloide, que deja atrás 30 años de sábana), nuevo precio (2,80 euros, 20 céntimos menos), impresión a todo color y nuevas ofertas en su página digital. La razón es que Sol asoma ya en el horizonte (el primer número saldrá el día 16), dispuesto a competir encarnizadamente por los lectores de los sábados con el emblema del grupo Impresa, que comanda el histórico político y periodista Francisco Pinto Balsemão. Todo ello, marcado por el teatral golpe de efecto de José Antonio Saraiva, que dejó de ser director de Expresso para anunciar poco después que se disponía a fundar Sol.

La última edición de O Independente abría con una portada negra y la leyenda "Punto Final". Era el adiós a 18 años de información y opinión polémica, más bien conservadora, con atención al humor y cierto gusto por el escándalo. La última directora, Inês Serra Lopes, intentó vender por un euro simbólico las acciones al empresario Alberto do Rosário, pero a última hora el comprador se echó atrás. El único artículo de fondo del último número era una pieza de Leonardo Ralha, titulada Independencia y muerte, que trataba sobre la tendencia a la desaparición de los medios lanzados fuera de la influencia de los grandes grupos. Según los últimos datos de circulación, de junio pasado, O Independente había perdido en el primer semestre del año un 22,9% de sus lectores: vendía una media de 9.392 ejemplares semanales. Cuando competía con Expresso, superó los 60.000, pero los continuos vaivenes en su línea editorial y en su accionariado, y la saturación que los expertos achacan al mercado luso de prensa, acabaron pasándole factura. El ultracatólico Paulo Portas fue su ideólogo en la primera etapa. A partir de ahora, la lucha por el nicho de los semanarios se limitará a Expresso, nacido en 1973 y con 148.000 ejemplares semanales, y al flamante Sol.