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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Los caminos del destino

Sorpresiva ganadora de la pasada edición del Festival de San Sebastián, donde no contaba prácticamente en ninguno de los pronósticos (como tampoco contaba Ana Geislerová para el galardón de mejor actriz, que finalmente se llevó). Algo parecido a la felicidad es un adusto, bien que inteligente y muy sutil artefacto que muestra, casi como sin querer, la existencia cotidiana de varios jóvenes a quienes la vida pone a prueba. No se trata de pruebas definitivas, ni más dramáticas que lo justo para hacer que la peripecia se aguante; pero de ellas todos saldrán de alguna manera modificados. Y algunos hasta descubrirán verdades que se habían estado negando.

Tiene el filme de Slama, un profesional rigurosamente desconocido entre nosotros (por cierto, ¿cuántos años hacía que no veíamos de estreno una película del Este?), los modos personales y el hablar pausado que asociamos al viejo cine de autor. Nada es en el filme fácil, entre otras cosas porque de lo que habla (de renuncias, de amores contrariados, de maternidades conflictivas) no lo es; si acaso, lo que destaca con más fuerza, por encima de la excelente plasmación de ambientes y el notable dibujo de los personajes, es la voluntad de hablar sin estridencias, de contar una historia como sin concederle ninguna importancia: no hay retórica alguna en sus imágenes, ni golpes de efecto; e incluso cuando el guión ordena una situación particularmente dramática (como el regreso de la madre, justamente la magnética Geislerová, para recoger a sus hijos en el cumpleaños), la secuencia culmina con un corte seco, y a otra cosa.

ALGO PARECIDO A LA FELICIDADAD

Director: Bohdan Slama. Intérpretes: Tatiana Vilhelmova, Pavel Liska, Ana Geislerová, Marek Daniel. Género: drama, Chequia-Alemania, 2005. Duración: 102 minutos.

Fuerte cotidianidad

Este deseo de hablarle al espectador como a un igual, junto a la solidez de unos personajes de fuerte cotidianidad, hace del filme un ajustado muestrario de situaciones nada cinematográficas, entendiendo como tales la espectacularidad y el énfasis excesivo; pero sí un buscado, y muy logrado, compendio de trozos de vida, de existencias que parecen poder continuar incluso más allá de los títulos de crédito finales.

Toda estridencia está aquí ausente, aunque se hable de enfermedades terminales, aunque uno de los personajes (otra vez, la madre) sea un ser perfectamente bipolar y aunque por el aire floten viejas enemistades familiares, renuncias y engaños apenas disimulados. Filme adusto y sólido, inspirado buceo por las vidas de seres sin historia, Algo parecido a la felicidad viene a mostrar que buena parte del buen cine que se hace hoy por hoy en Europa está fuera de nuestro alcance (seguramente no hubiéramos visto el filme de Slama sin la Concha donostiarra) y es eso un pecado de lesa cultura.

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