Discreto y puntual impacto sobre la Luna de la sonda europea 'Smart-1'
Un fogonazo y la interrupción de las comunicaciones marcaron el final de la misión
Desde ayer la Luna cuenta con un cráter más, que se sabe dónde está exactamente anque todavía no se conozcan sus medidas. El choque de la pequeña sonda europea Smart-1 con la superficie de la Luna se produjo puntualmente a las 7.42 de ayer, en la zona prevista, el Lago de la Excelencia, visible sólo desde el continente americano y el Pacífico oriental. Aparte de un breve fogonazo, el impacto parecía inicialmente ayer poco espectacular, aunque se espera que en los próximos días se conozcan las observaciones de los numerosos telescopios convocados.
La confirmación de que Smart-1 se había estrellado, en un punto situado al sudeste del cráter Palmieri A en dirección al cráter Doppelmayer W, llegó a las 7.42.22, cuando se interrumpió la comunicación de la sonda, un cubo de aproximadamente un metro de lado, con la estación de seguimiento de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Australia. La velocidad estimada era de 7.200 kilómetros por hora y las coordenadas 34,4 grados sur y 46,2 grados oeste. Siete segundos antes el telescopio Canadá-Francia-Hawai, situado a 4.200 metros de altura en Hawai, detectó un breve destello, en luz infrarroja, en la zona prevista. Luego el silencio y la oscuridad.
Durante toda la noche la atención había sido máxima en ESOC, centro de control de la misión en Garching (Alemania). Después vinieron las felicitaciones y los comentarios. "De repente perdimos la señal de la nave", explicó Detlef Koschnny, científico de ESA. "Fue estupendo observar en vivo el destello desde Hawai, justo después de recibir aquí la última señal de radio de Smart-1", comentó Pascale Ehrenfreund, coordinador de la campaña de observación terrestre del impacto. El destello pudo haber sido causado por el calor del impacto o por la expulsión de sustancias volátiles de la nave, como la pequeña cantidad de combustible que todavía tenía. "Esperamos recibir en los próximos días informaciones de todo el mundo sobre el impacto", explicó por su parte el director científico de Smart-1, Bernard H. Foing.
El fin de Smart-1 supone el de una misión para probar tecnología espacial innovadora, que ha además ha explorado la Luna durante un año y medio.
El momento y la situación del impacto fueron planeados para favorecer las observaciones con telescopios desde la Tierra, lo que implicó realizar una serie de maniobras de corrección de la órbita durante este verano. La sonda tomó varias imágenes de la superficie de la Luna cuando ya volaba sobre ella a muy pocos kilómetros de altura, antes del impacto.
Durante los últimos 16 meses, Smart-1 ha recogido datos sobre la morfología y la composición en minerales de la superficie, en luz visible, infrarrojo y rayos X. "El legado de la gran abundancia de datos de Smart-1, que se analizarán en los próximos meses y años, es una preciosa contribución al estudio científico de la Luna en un momento en el que renace el interés por la exploración lunar", en palabras de Foing. "Los datos de Smart-1 contribuyen a esclarecer el origen y la evolución de la Luna", añadió ayer. Se refería a la hipótesis de que la Luna se formó por el impacto de un asteroide del tamaño de Marte en la Tierra hace 4.500 millones de años.
Motor iónico
En el aspecto tecnológico también hay satisfacción. El objetivo principal de la misión fue probar un motor iónico, con propulsión eléctrica solar, para misiones interplanetarias, y la captura de una nave en la órbita de otro cuerpo celeste. La sonda también ha servido para probar técnicas de comunicación avanzada, como las comunicaciones ópticas, e instrumentos científicos en miniatura.
"El control de Smart-1 ha sido una tarea muy compleja pero gratificante", comentó sobre su misión Octavio Camino, jefe de operaciones en ESOC. "La larga trayectoria en espiral alrededor de la Tierra para probar la propulsión solar eléctrica, la larga exposición a la radiación, las fuertes perturbaciones de los campos gravitatorios del sistema Tierra-Luna y la llegada a una órbita lunar optimizada para las investigaciones científicas nos han permitido obtener experiencia valiosa en técnicas de navegación de este tipo", explicó.
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