Inmigración y UE: las peras y el olmo

Durante este mes de agosto se pudo observar con preocupación cómo los medios de comunicación cuestionaron la falta de respuesta efectiva de la Unión Europea a la "crisis" de la llegada de inmigrantes a Canarias. Ahora bien, creo que no se ha subrayado adecuadamente que la UE no tiene medios humanos, materiales ni financieros para dedicarlos a resolver un problema humano que tanto nos aflige.

La aplicación de todas las políticas de la UE, incluida la actuación en materia de inmigración procedente de países terceros, corresponde a las Administraciones nacionales, pues los eurofuncionarios de Bruselas tienen otro perfil y cumplen otras tareas más bien burocráticas. Por tanto, aun mandando a todos los eurofuncionarios a Canarias, difícilmente podrían sustituir la dedicación y la efectividad de nuestros guardias y policías.

Tampoco, obviamente, la UE cuenta con barcos o aviones que puedan realizar misiones especiales de vigilancia y apoyo. En el caso de la Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex), en funcionamiento desde mayo de 2005, se trata de una de tantas agencias de la Comisión Europea con funciones de coordinación, formación y recopilación de datos que, por ahora, cuenta con un total de 17 personas. Sólo resta que otros países de la Unión, comprensivos y por benevolencia, nos envíen sus barcos o aviones, aun cuando no funcionen.

En fin, la financiación europea podría ser la solución si aquélla no fuese relativamente escasa -poco mayor que tres veces el Presupuesto de la Generalidad catalana, pero para 25 Estados miembros- y si no estuviese en estos momentos y hasta 2013 prácticamente comprometida con los fondos agrarios -casi el 50%-, con los fondos que financian las infraestructuras y medio ambiente -más del 30%-, y demás gastos de cualquier organización, incluida la propia burocracia.

De modo que si se echa un vistazo al presupuesto de la UE de este año puede comprobarse que los fondos en favor del espacio europeo de libertad, seguridad y justicia no superan el 0,53% del ya escaso Presupuesto europeo. Pero es que dentro de esta partida la Agencia Frontex tiene una financiación comunitaria de 12 millones de euros, que no son sólo para España sino para toda la Unión. Este panorama tampoco cambiaría con la Constitución Europea ni desde luego con las Perspectivas financieras 2007-2013 conforme a las cuales no se destinará más de 0,76% del total de compromisos financieros a todo el espacio europeo, incluido lógicamente el flanco Sur.

Por tanto, creo que las buenas palabras y las complacientes atenciones del Consejo y de la Comisión no pueden ser causa de frustraciones ni crear una preocupante animadversión hacia la UE siempre que sepamos, claro está, que, como nos dice la experiencia, ningún olmo se muestra hosco y maleducado, aunque le pidan peras y aun cuando se haga en dulce español.