Agricultura aplicará por decreto su plan para el abandono de producción láctea
En una década se ha pasado de 140.000 explotaciones ganaderas a menos de 30.000
El Ministerio de Agricultura aplicará por decreto su propuesta de Plan Lácteo para esta campaña contra la que mantiene una oposición frontal solamente el Gobierno gallego. Para los responsables de la Administración central es indispensable una disposición que suponga un equilibrio entre los intereses de todas las comunidades autónomas. Esta semana está prevista una última reunión entre Agricultura, organizaciones agrarias y cooperativas para tratar de cerrar un plan que ha estado bloqueado en los últimos meses por la oposición de la Xunta de Galicia. El secretario general de Agricultura, José Puxeu acudirá igualmente al Parlamento para explicar el plan y los motivos de su aplicación
La campaña pasada, el plan lácteo supuso el abandono de 269.000 toneladas de leche por parte de algo más de 2.000 ganaderos y la reasignación de 279.000 toneladas, contando una parte de materia prima que había en la reserva nacional. Con la normativa del pasado año, la gestión de todos los abandonos correspondió a la Administración central y los ganaderos gallegos recibieron el 80% de las asignaciones de cuota frente a los intereses de otras zonas.
Para esta campaña, que se inició en pasado 1 de abril, según el secretario general de Agricultura, José Puxeu, es preciso lograr un mayor equilibrio entre los intereses de los ganaderos de todas las comunidades autónomas. De acuerdo con ese criterio, se propone que el 80% de la leche que se abandone se reasigne en la misma comunidad autónoma, algo con lo que no está de acuerdo el Gobierno gallego.
Los responsables de Agricultura entienden que en el sector de la leche existe una demanda de ganaderos que quieren abandonar la explotación en la mayor parte de los casos por razones de edad y la no existencia de relevo generacional. Igualmente, tanto en algunas grandes, como sobre todo en las pequeñas explotaciones, se aboga por los abandonos subvencionados ante la falta de rentabilidad de la actividad donde el precio de la leche se mantiene estabilizado o a la baja, por debajo de los 0,30 euros. Esa situación se ha traducido en la última década en que las explotaciones de vacuno de leche hayan pasado de 140.000 a menos de 30.000.
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